Veintiuna personas están investigadas por el uso de cebos envenenados tras ser descubiertas en la séptima fase de la operación Antitox llevada a cabo por la Guardia Civil, en la que han sido hallados setenta animales envenenados, algunos en peligro de extinción.

Entre los ejemplares muertos se encuentran algunas de las especies más amenazadas como el quebrantahuesos, el milano real y el águila imperial.

Durante el operativo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) han sido realizadas entre el 1 de marzo y el 31 de diciembre de 2018 un total de 201 actuaciones en veintiuna provincias para prevenir, detectar y erradicar el uso ilegal de veneno y de otros medios prohibidos de caza y para concienciar a la población de la ilicitud de estas prácticas.

Para esta operación se ha contado con la participación de unidades del Servicio Cinológico especializadas en la búsqueda y localización de este tipo de cebos.

La misma se ha desarrollado en diferentes espacios naturales, terrenos cinegéticos, explotaciones ganaderas y agrícolas y establecimientos de venta de fitosanitarios.

Fruto de estas actuaciones se encuentran investigadas veintiuna personas, algunas de las cuales llegaron a ser detenidas, han sido intervenidos veinticinco cebos envenenados y numerosos productos tóxicos y hallados setenta animales muertos.

También han sido incautados otros métodos prohibidos de caza como armas de fuego modificadas, lazos conejeros y cepos.

La cantidad de veneno y de medios prohibidos decomisados ha superado en más de cuatro veces la de la anterior edición de la operación Antitox.

La Guardia Civil recuerda que el uso de veneno y de otros medios prohibidos en el medio natural ha constituido una práctica habitual en España para eliminar determinados animales debido a los perjuicios que ocasionan a determinadas actividades como la cinegética, la agrícola y la ganadera.

No obstante advierte de que estas conductas representan en muchos casos no solo un riesgo medioambiental muy grave para las especies y los ecosistemas en general sino que igualmente constituye un factor de riesgo importante para la salud de las personas.

Añade que esta práctica ha contribuido notablemente a que algunas de las especies de la fauna española se hayan situado el borde de su extinción como el águila imperial y el lince ibérico.

De hecho entre los setenta animales envenenados descubiertos en la última fase de la operación del Seprona se encuentran algunas de las especies más amenazadas como el quebrantahuesos, el milano real y el águila imperial.

Destaca el hallazgo del cadáver de una hembra de quebrantahuesos en Asturias perteneciente al programa Life+Red Quebrantahuesos que había sido introducida en Picos de Europa.

La Guardia Civil destaca que el quebrantahuesos es una especie incluida en el catálogo español de especies amenazadas en la categoría de "en peligro de extinción".

Tras el hallazgo de este ejemplar se inició una investigación que dio como resultado la identificación y detención del presunto autor de los hechos.

También destaca el hallazgo de cinco milanos reales envenenados en Cáceres y el cadáver de un águila imperial en Ciudad Real, ambas especies igualmente en peligro de extinción y como en el caso del quebrantahuesos son objeto de programas de recuperación.

En estos últimos casos también se logró la identificación de los autores, alguno de los cuales fue detenido.

Por otra parte durante la operación se hallaron en una finca de la provincia de Zamora pruebas e indicios relacionados con incendios forestales.