Un estudio internacional que analiza las medidas implementadas por los planes de conservación del alimoche canario o guirre (Neophron percnopterus majorensis) en Fuerteventura, concluye que esta rapaz, una de las más amenazadas de Europa, se está recuperando al triplicar su población en 20 años.

Según informa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha participando en dicho estudio, la población del alimoche canario ha pasado de las 21 parejas reproductoras en 1998 y a las 67 detectadas en el año 2017.

El investigador del CSIC y de la Universidad de Lund (Suecia), Jaume Adrià Badia Boher, ha dicho que se trata de "resultados esperanzadores para esta ave, que hasta hace poco tenía unas perspectivas de futuro más bien pesimistas".

"El guirre --continuó-- pasó de ser abundante en buena parte del archipiélago canario a mediados del siglo XX a quedar restringido en una sola población entre Fuerteventura y Lanzarote en 1998, con unas escasas 21 parejas reproductoras".

Así, entre los años 2004 y 2008 se implementó un proyecto europeo de conservación (LIFE) para contrarrestar las principales fuentes de mortalidad del alimoche canario: los accidentes con líneas eléctricas y los fallecimientos por ingestión de carroña envenenada.

EVITAR MUERTES POR ENGANCHE CON LAS LÍNEAS ELÉCTRICAS

Las acciones de esta incitativa incluyeron correcciones en líneas eléctricas para hacerlas seguras para las aves y campañas de concienciación social para reducir el uso de los venenos.

Desde entonces, indican los resultados de este trabajo, apenas se han producido muertes por la colisión y enganche en líneas eléctricas y la mortalidad por envenenamientos ha disminuido de forma drástica.

Al respecto, la investigadora Ana Sanz Aguilar, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares), ha explicado que "este estudio evidencia que la educación ambiental y la concienciación de la población pueden ser vitales para combatir la actual crisis de la biodiversidad".

"Además, las medidas de conservación se han traducido en un aumento de la supervivencia, sobretodo de la fracción adulta de la población, que es precisamente el parámetro más determinante a la hora de garantizar la viabilidad de estas poblaciones", ha matizado.

Por otro lado, una de las novedades de este estudio ha sido el empleo de un método estadístico que incluye parámetros que habitualmente no se tienen en cuenta, como la pérdida de anillas. 20 AÑOS DE SEGUIMIENTO INTENSIVO

Así, el investigador del CSIC José Antonio Donázar, de la Estación Biológica de Doñana y director del proyecto de seguimiento del guirre, ha hecho especial hincapié en que "llevamos más de 20 años realizando un seguimiento intensivo y exhaustivo de esta población en Fuerteventura".

"La recogida de datos detallados de seguimiento individual a largo plazo --ha añadido-- nos ha permitido aplicar análisis estadísticos más complejos, que a su vez han generado resultados que nos permiten entender mejor la ecología y demografía de esta y otras especies longevas".

Finalmente, el trabajo destaca la importancia de llevar a cabo seguimientos de largo plazo sobre las medidas de conservación, ya que actualmente, debido a su elevado coste, los seguimientos son difíciles de mantener.