Un paseo por cualquier gran ciudad de Canarias permite comprobar cómo "las bicicletas y otros aparatos de movilidad personal, caso de patines o monopatines, son un peligro para las personas con discapacidad, si circulan por aceras y zonas peatonales. Y no solo al transitar, sino también cuando los dejan arrimados en cualquier lugar, creando barreras difíciles de salvar, auténticas trampas para ciegos y sordociegos que necesitan la fachada libre para poder guiarse con los bastones". Lo asegura Ana Mengíbar, portavoz de Queremos Movernos, colectivo que integra y defiende a la discapacidad.

"Estamos intentando -apunta- concienciar a la ciudadanía del enorme obstáculo que suponen esos artilugios cuando están aparcados en esquinas que son clave para que quien tiene discapacidad pueda moverse. Quedan prácticamente atrapados".

Mengíbar valora: "La ciudad se llena de bicis y circulan por donde quieren. Pero también suponen un peligro para las personas mayores. Algunas se ponen nerviosas y hemos visto cómo cuando bajan en sentido contrario tres o cuatro bicicletas una señora comienza a desviarse y acaba dando la mano a su acompañante para sentirse más segura".

Apostilla: "Una persona sorda no las oye. Una silla de ruedas se puede girar en un momento. Un abuelo se puede despistar... Desde Queremos Movernos pedimos que se prohíba la circulación de bicicletas, patines y otros, en las zonas peatonales y en las aceras".

Esta misma petición la está haciendo también, a nivel nacional, el Cermi Estatal en un documento de aportaciones al Proyecto de Real Decreto por el que se modifica el artículo 50 del Reglamento General de Circulación y varios artículos del Reglamento General de Vehículos de Movilidad Personal. Ahí advierte de la necesidad de proteger a los peatones, con especial atención a personas vulnerables.

Desde Queremos Movernos "instamos a las policías locales a que actúen, ya que poseen las competencias, para impedir que bicicletas, patines, monopatines u otros artilugios similares circulen por zonas peatonales o se dejen arrimados a muros y paredes en cualquier esquina. Pero sin intentar regular a través de ordenanzas porque manda el Reglamento General de la Circulación como norma superior que es".

Desde Queremos Movernos terminan con un caso real: "Son de alabar respuestas como la de la Tienda El Ganso, en la calle Castillo de Santa Cruz, cuando ante nuestra petición retiraron de inmediato la bicicleta aparcada en su puerta. En otro establecimiento cercano nos dijeron que no lo harían hasta que se les ordenara ". En ambos casos, la pregunta había sido la misma de forma muy educada: "¿Podría quitar la bicicleta de la calle, por favor?".

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha reclamado al Ministerio del Interior, a través de la Dirección General de Tráfico (DGT), que prohiba la circulación y estacionamiento en las aceras y otras zonas peatonales a los vehículos de movilidad personal, como patinetes eléctricos o bicicletas.

Para el Cermi, su tránsito pone en grave riesgo a los peatones, especialmente a las personas con discapacidad, por lo que es ineludible regularlo. Además, urge a prohibir el estacionamiento de este tipo de vehículos en aceras, porque hacen imposible que peatones con discapacidad puedan caminar por las zonas peatonales, viéndose obligados a salir a la calzada para sortear estos obstáculos, con el riesgo añadido que ello conlleva. La entidad plantea que el Gobierno establezca un límite de velocidad de 10 kilómetros por hora en las vías de plataforma única, de modo que los vehículos puedan frenar sin causar daños a los peatones, especialmente a aquellos más vulnerables, como personas con discapacidad, mayores o niños. En la actualidad es cada ayuntamiento el que establece este límite de velocidad.

Comparativa antes y después e ilegalidades cotidianas y normalizadas

Las imágenes de la izquierda muestran una acera en el centro de Santa Cruz. Arriba con la bicicleta que se encontraba allí habitualmente y abajo, ayer, después de la retirada. A la derecha, dos imágenes de una "normalización" insolidaria. Bicicleta por zona peatonal y "esquina trampa" para ciegos.