La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha solicitado una normativa que limite la publicidad de alimentos no saludables dirigida a los niños, recordando que los menores reciben "infinidad" de mensajes de este tipo de alimentación a través de una publicidad protagonizada por dibujos animados, vinculada a premios o regalos, o con colores y canciones llamativas para llamar su atención.

"Los niños no tienen el juicio necesario para saber lo que les conviene, solo lo que les gusta. Es un público especialmente vulnerable y sin un criterio formado para responder racionalmente a determinados estímulos. Por eso, la publicidad infantil debería regirse por unas regulaciones estrictas y obligatorias, algo que, actualmente y pese a las recomendaciones de instituciones como la Organización Mundial de la salud (OMS), no existe en España", ha dicho la OCU.

En los últimos años se han realizado varios intentos de regulación de la publicidad infantil para prevenir la obesidad de los niños como, por ejemplo, el modelo ''PAOS'', un sistema de autorregulación que afecta a la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a niños menores de 12 años y de 15 si la publicidad viene de Internet.

No obstante, este sistema ha sido calificado por la organización de consumidores como un "fracaso" porque "no tiene en cuenta la calidad nutricional" del producto publicitado, ni la frecuencia de emisión de la misma.

En este sentido, la OCU ha recordado que la Oficina Regional para Europa de la OMS ha desarrollado un modelo basado en 17 categorías diferentes de alimentos que determina cuáles pueden anunciarse o no según su composición nutricional, con el fin de que los países europeos lo adapten y utilicen con el propósito de reducir el márketing dirigido a los niños.

HAY ANUNCIOS QUE "EN NINGÚN CASO" DEBERÍAN ESTAR PERMITIDOS

Para comprobar hasta qué punto se adaptan o no estas recomendaciones de la OMS en España, la OCU ha realizado un estudio de investigación, en colaboración con la Escuela Nacional de Salud del Instituto de Salud Carlos III sobre publicidad dirigida a niños.

Para la realización del estudio se han analizado 54 horas de emisión durante una semana, de 6.00 a 24.00 horas, de los principales canales infantiles y juveniles, así como de los generalistas con mayores índices de audiencia infantil.

Del análisis resultaron 119 productos de alimentación categorizados en el perfil nutricional de la OMS de los que, según OCU, solo el 23 por ciento se podría haber anunciado si se hubiera aplicado este modelo (carnes, pescados y otros alimentos con cantidades reducidas de grasas, azúcar y sal).

El resto corresponden a anuncios de alimentos no permitidos por tener mal perfil nutricional (31%), como platos preparados, snacks de patatas y aperitivos, refrescos azucarados, cereales de desayuno, yogures azucarados o aceites y grasas como la mantequilla. Asimismo, también hay anuncios que en "ningún caso" estarían permitidos (46%), ya que corresponden a alimentos como el chocolate, caramelos, galletas, pasteles y bollería, bebidas energéticas o zumos de frutas.

Así, según demuestra el estudio de OCU, en total, el 77 por ciento de la publicidad que los menores reciben está relacionada con alimentos poco saludables y que no cumplen los limites recomendados por la Organización Mundial de la Salud, que, de ser oficiales, no podrían anunciarse ni dirigirse a niños de ninguna manera.

Ante la falta de compromiso por parte de los anunciantes y el evidente fracaso de los modelos de autorregulación, OCU ha solicitado un cambio de normativa que limite la enorme presión publicitaria de los alimentos poco saludables, con el fin de que estos lleguen visualmente al público infantil. A su vez, la Organización de Consumidores ha instado a los fabricantes a que sigan reduciendo los contenidos de grasas, azúcares y sal de algunos alimentos para que sean más saludables.