Si la mutilación genital femenina se sigue practicando al ritmo actual en los países donde es prevalente, 68 millones de niñas podrían convertirse en nuevas víctimas antes de 2030, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el Día Internacional de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, la organización que dicta las pautas sanitarias a nivel mundial considera que teniendo en cuenta el crecimiento demográfico en los lugares donde esa práctica está extendida urge que la comunidad internacional acelere las acciones para acabar con ella.

La ONU instauró el 6 de febrero como el día para recordar la necesidad de no flaquear en los esfuerzos por terminar con la práctica de la mutilación genital que han sufrido más de 200 millones de niñas y mujeres, recordó en Ginebra el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.

La mayoría de ellas viven en una treintena de países de África, Oriente Medio y Asia, donde prácticas como la ablación (una de las versiones de la mutilación genital) son consideradas una costumbre cultural o religiosa.

La región con más casos es África Occidental, donde se calcula que más del 85 % de las mujeres de entre 15 y 45 años la han sufrido, pero en la misma Europa se calcula que en comunidades de migrantes hay 500.000 víctimas y alrededor de 180.000 niñas corren el riesgo de serlo cada año.

En 2019 la OMS quiere poner especial énfasis en combatir la creciente creencia de que sustituir prácticas de mutilación tradicionales por otras similares en manos de trabajadores sanitarios es menos dañina, equiparándola en cierto modo y erróneamente con la circuncisión masculina.

Los empleados de la sanidad "nunca deben someter a niñas o mujeres a mutilación genital", y aquellos que lo hacen "están violando sus derechos humanos", advirtió el portavoz de la OMS.

Esta mutilación parcial o total del tejido externo de los genitales femeninos, practicada entre algunos pueblos para eliminar el placer sexual de la mujer, "no tiene justificación médica alguna, sólo causa dolor, y jamás debe practicarse", añadió.

Con ocasión de esta conmemoración, ONU Mujeres, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de Población de la ONU reafirmaron también su compromiso para eliminar una práctica que "vulnera el derecho de las mujeres a la salud sexual y reproductiva".

"Para poner fin a la mutilación genital femenina debemos combatir las causas fundamentales de la desigualdad de género y trabajar en aras del empoderamiento social y económico de las mujeres", subrayaron los tres organismos de la ONU en un comunicado conjunto difundido hoy.

En el comunicado se urge a los gobiernos de los países donde se mantiene esta práctica la elaboración de planes nacionales para su erradicación, en los que se incluyan partidas presupuestarias destinadas a servicios integrales de salud sexual y reproductiva, educación, asistencia social y de carácter jurídico.

También exigen que "los líderes religiosos derriben el mito de que la mutilación genital femenina se sustenta en la religión".

"Gracias a la acción colectiva de los gobiernos, la sociedad civil, las comunidades y las personas, la mutilación genital femenina está en declive, pero no nos conformamos con reducir el número de casos, insistimos en erradicarla", concluyen las organizaciones en su documento.

Las víctimas de estas prácticas suelen ser niñas menores de 15 años, que tras ser sometidas a este tipo de procedimientos pueden sufrir hemorragias, infecciones y futuras complicaciones en el parto, incluyendo un mayor riesgo de muerte de los recién nacidos.