El exentrenador del equipo nacional de atletismo Miguel Ángel Millán Sagrera se declaró ayer inocente de los delitos de abusos sexuales a dos menores, durante la primera jornada de este juicio, que está previsto que se extienda hasta febrero, y la única sesión que se llevó a cabo con presencia de público y periodistas. Como consecuencia, el abogado que lo representa pidió su libre absolución.

En el día de ayer se procedió a leer los escritos del Ministerio Fiscal y de la acusación, que son muy similares. Coinciden en que Millán se habría aprovechado de su "extraordinario" prestigio como entrenador para consumar estos abusos. Uno de los denunciantes, E.G.P., conoció al acusado en La Laguna en 2010 cuando tenía 13 años y llegó a establecer con él "un vínculo" diferente al que existía con el resto de los deportistas. Como consecuencia, en esa época Millán le manifestó su condición de homosexual, lo que estrechó aún más la relación que se patentizaba, por ejemplo, en mensajes a través de las redes sociales que el acusado insistía en que debían ser borrados cada día. Durante este tiempo consiguió que el joven "se ilusionara con llegar a ser un gran atleta y vivir juntos muchas experiencias".

A finales de 2011 comenzaron a plasmarse los supuestos abusos y un año más tarde, con motivo de los desplazamientos fuera de la Isla, el entrenador distribuía las habitaciones de manera que el joven y él compartieran el mismo cuarto. El ahora denunciante accedió a realizar determinadas prácticas, ya que, cuando se negaba, provocaba decepción y malestar en Millán. Una vez que alcanzó la mayoría de edad se decidió a presentar una denuncia en La Laguna que inició este proceso judicial.

El otro joven, P.G.P., conoció al acusado a principios de 2015 y desde entonces entre ambos se estableció una amistad que acabaría también desembocando en supuestos abusos en medio de unas circunstancias muy parecidas a las del caso anterior.

Igualmente, cuando el menor se oponía a realizar estas prácticas, el entrenador se enfadaba, le retiraba la palabra o lo marginaba. En un primer momento, este joven negó los hechos ante la Policía Nacional pero a finales de 2017 optó por presentar también una denuncia.

A partir de aquí, el Juzgado de La Laguna ordenó la entrada y registro en el domicilio del acusado y se le retiró el pasaporte. Desde entonces, Millán ha estado privado de libertad de forma continua. La Fiscalía solicita un total de 12 años de cárcel y que indemnice con 12.000 euros a E.G.P. y con otros 10.000 a P.G.P. Penas que la acusación eleva a 20 años de prisión y el pago de 60.000 euros. También piden que la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) sea considerada responsable civil subsidiaria.

El informe psicológico realizado al primer denunciante reveló un alto grado de sinceridad y veracidad a la hora de relatar sus experiencias y sacó a la luz trastorno emocional, síntomas de maltrato, culpa, secretismo, miedo, enfado hacia el entrenador, ansiedad y estrés postraumático. El perito concluye con que su relato puede ser considerado veraz. En cuanto a P.G.P., tras romper la amistad con el denunciado, dejó de practicar deportes y de estudiar. Mostró signos de haber sido víctima de un "evidente" chantaje emocional y contra su libertad sexual. En este caso los forenses también concluyen con que su relato es creíble y detectaron síntomas de ansiedad, depresión, insatisfacción general con la vida, frustración y enfado. Motivos por los cuales tuvo que recibir tratamiento desde el mes de mayo de 2017. En el sumario se incluyen testimonios de otros jóvenes de distintos puntos del país que coincidirían con el de los denunciantes y algunos de los cuales han sido llamados a declarar como testigos. El representante legal de la Real Federación negó que mantuvieran con el acusado una relación laboral estable desde el 31 de diciembre de 2002. A partir de aquí se limitaron a suscribir colaboraciones esporádicas que se plasmaron en 15 contratos de quince días al año en los centros de alto rendimiento de Madrid y Barcelona, pero nunca en Tenerife. El letrado de la Real Federación Española de Atletismo aseguró que en ninguno de estos programas participaron los jóvenes denunciantes y que desconocían la naturaleza de la relación que existió entre ellos. Califica de "radicalmente falso" que estuvieran al tanto de estos abusos y señala que, de ser ciertos, los considera "reprochables", pero circunscritos al ámbito privado, al haberse llevado a cabo en enclaves tales como vehículos o domicilios. En cualquier caso, sostiene que se trata de relaciones particulares entre el denunciado y los denunciantes y que la Federación ha mostrado siempre su preocupación por este tipo de conductas.

Irregularidades en el procedimiento

Como cuestiones previas el abogado de la defensa pidió que no se tomen en cuenta los resultados de los análisis psicológicos, al no haber sido notificados de los mismos debido al secreto de sumario. El representante jurídico de Miguel Ángel Millán subraya que también tenían derecho a designar un perito propio para realizar esta prueba. El letrado comprende que el sumario se haya mantenido en secreto por la repercusión mediática que supone y el perjuicio que podría ocasionar en las investigaciones. Pero acto seguido considera que se han cometido diversas irregularidades en los autos de ampliación de este procedimiento.

No se vulneró la tutela judicial efectiva

La Sala, presidida por el magistrado de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial Joaquín Astor Landete, rechazó estos argumentos y estimó que apenas se puede haber incurrido en una mera indefensión formal que en ningún caso implicaría la nulidad total de la tutela judicial efectiva. Astor Landete consideró que el abogado defensor ha tenido tiempo suficiente para llevar a cabo una prueba pericial alternativa y, de hecho, sostuvo que "ni siquiera" lo intentó. Puntos de vista en los que también coincidieron el abogado de la acusación y el representante del Ministerio Público.

Las imágenes, solamente de espaldas

Para dejar patente la preocupación de la Sala en preservar la intimidad de los denunciantes, testigos y acusado que participan en este juicio, cabe señalar que ayer el magistrado recordó a los medios de comunicación que únicamente podían sacar fotos del exentrenador de atletismo de espaldas. Tal y como se acordó con la Fiscalía, se prohíbe también que se citen los nombres o publiquen imágenes de las personas que comparezcan y de sus familiares.

Los testigos, con igual trato que las víctimas

La defensa de los dos denunciantes, incluso, pidió para los testigos el mismo tratamiento que para las víctimas, dado que algunos aseguran haber sido objeto de abusos sexuales en su momento, aunque este supuesto delito ya habría prescrito. Y todo ello, pese a que hayan salido en los medios de comunicación explicando lo que les ocurrió, como es el caso del medallista olímpico en los Juegos de Barcelona 92 Antonio Peñalver, quien también comparecerá por videoconferencia para exponer su testimonio sobre los supuestos abusos que sufrió a manos de Miguel Ángel Millán.