Aunque tienen rango de autoridad pública, los médicos sufren aún amenazas y agresiones por parte de pacientes o sus familiares, una situación que en breve se intentará paliar con una nueva aplicación en el teléfono móvil que, a través de un "botón del pánico", alertará a la Policía.

Esta nueva medida, que en un plazo de dos a tres meses podrán tener los facultativos valencianos, se sumará a otras de las que ya disponen, como botones de emergencia situados en su mesa de trabajo o en su ordenador que pueden pulsar cuando se ven en una situación de peligro.

El vicepresidente del Colegio de Médicos de Valencia, Pedro Juan Ibor, explicó que se trata de una medida a nivel nacional que ahora está en fase de pruebas y nació de un acuerdo entre el Consejo General de Médicos y los ministerios de Sanidad y del Interior.

Este acuerdo permitió establecer dentro de la Policía Nacional de la figura del "interlocutor policial sanitario", un agente designado a nivel local, autonómico o provincial que está en contacto con la entidad colegial y es informado de dónde están los "puntos calientes" en que se producen más agresiones a médicos.

Solo en la provincia de Valencia se han registrado desde el 16 de marzo de 2018 un total de veintitrés agresiones a médicos y quince de ellas se han denunciado a través de una nueva plataforma incluida en la web del colegio valenciano de Médicos.

La nueva aplicación, denominada Alertcops, además de incluir un "botón del pánico" que podrá pulsar el médico en una situación de peligro, permitirá a la Policía escuchar la conversación que mantiene el facultativo con su paciente y valorar si es necesaria su actuación.

Servirá especialmente en los casos donde los médicos tienen que acudir a un domicilio a prestar una asistencia sanitaria, ya que pueden activarla antes de llegar al lugar y grabar la conversación y pulsar si consideran que puede haber una situación de peligro.

Entre los médicos hay posiciones encontradas ante esta nueva aplicación; mientras algunos la consideran una "buena medida", otros creen que es "una tontería" que no servirá para que la Policía llegue a tiempo en caso de sufrir una agresión.

Pero todos coinciden en señalar que en la población falta "educación sanitaria" y está "muy mal acostumbrada".