Eran las 10.22 horas. 22 de diciembre de 2001. Justo antes del cambio de moneda. Los "niños cantores" del colegio de San Ildefonso sueltan la "bomba": 18795. El Gordo se va a... Santa Cruz de La Palma. ¡Toma! 15.000 millones de las antiguas pesetas. 50 hojas. Todas.

Sí (usted que lo piensa), es verdad, hace mucho de aquello. Pero para qué mentir, llena de alegría escribirlo. Incluso la Administración de Lotería número 1 de Santa Cruz de La Palma, que un lustro antes había repartido el número anterior al Gordo, al Monasterio del Císter, expone en su fachada un cartel donde se recuerda aquel momento. Una cosa no ha cambiado: "a la gente no le gusta el 0, ni empezando ni terminando", aseguraron ayer a EL DÍA desde el mostrador del mismo negocio. Por el contrario, "como cada año buscan el 13 como locos, y también el año que corremos, ahora el 18, que está agotado prácticamente desde el verano".

Esta administración de referencia en La Palma, con León Cobiella siempre, de forma eterna, en el recuerdo, sigue teniendo más clientes "de la compra tradicional, del papel". Y es que "todavía hay personas sobre todo mayores que preguntan si el número de máquina sirve". Quizás sea superstición o tal vez por la vuelta al pasado del redactor, pero aquí se sienten ganas de comprar un décimo.

En la Administración Número 1 de Los Llanos de Aridane, también sueñan con dar el Gordo. Es que suena bien hasta al decirlo: "Lo compré en Doña Lulia (su propietaria)". Sus clientes quieren las mismas terminaciones que en la "casa" de Cobiella. Sí, desde este establecimiento apuntan que "las más buscadas son el 13, el 69, el 15 y el 18 por ser la terminación del año en curso. A la gente no le gusta mucho el 0, aunque todo depende de cada cliente". Es una historia que se repite, aunque en el fondo todos los números están en el bombo, que dirían generaciones pasadas y dirán también las futuras. Es como el recurso de la salud, ya se sabe.

En esta administración "el 99% de la gente quiere el número en papel. Por máquina se pide más el cumpleaños del nieto o fechas así muy concretas".

Un rodeo por la Isla sirve para captar el ambiente a escasos días del sorteo. Y es que el día 22 "mola". Si te toca... En Breña Alta, la administradora tiene una pequeña cola. Unas cuatro personas esperan a primera hora de la mañana por su número. Dice que las ventas este año han estado "un poco frías", aunque "a última hora siempre en ventanilla se mueve más". En San Pedro la terminación 13 "es de las más buscadas. También el 5 o el 9, los impares. Hay gente que le gusta los números muy bajos. Algunos clientes te vienen incluso con fechas de nacimiento o números determinados para sacarlos por máquina, que este año se ha movido bastante".

Mucho más al norte, en San Andrés y Sauces, aún recuerdan cómo en 2010 tocó allí el segundo premio. En realidad fue una carambola. Un joven del lugar pedía cada verano un número a Barcelona, a la Bruja de Oro. En aquella ocasión no solicitó ninguna terminación en concreto y le mandaron los décimos más "feos": 00147. El número fue vendido desde un empaquetado de plátanos. 100.000 euros por boleto. Si llega a ser "bonito"...

Casualidades o no, desde la Administración número 1 de San Andrés y Sauces confirman que "el número que más se pide suele ser el 7, también el 17 y este año el 18. Los menos que gustan son el 0 y el 1". También se opta por la máquina "cuándo el cliente viene con una fecha concreta que es importante en la vida de cada uno". Las ventas "están similares al año pasado", aunque la gente "ha tardado más tiempo en animarse".

Las asociaciones, agrupaciones, entidades, clubes deportivos... un número notable de colectivos de La Palma, al igual que ocurre en cualquier otro punto del territorio nacional, aprovechan la celebración de la Lotería de Navidad para obtener unos recursos económicos con los que costear aunque sea tan solo en parte sus actividades, soñando además con poder dar a los compradores una alegría que recuerden para siempre. Por cada décimo vendido, tres euros de beneficio. Esa suele ser la cuenta. En 2001, el Gordo de Navidad lo repartió Coros y Danzas Nambroque de La Palma, que este año no ha apostado precisamente por uno de esos números que según los administradores de lotería cuentan con las terminaciones más llamativas. En este caso, esta agrupación ha vendido el 37686. También en Santa Cruz de La Palma, una de las sociedades más representativas, el Real Club Náutico, se ha encargado de distribuir décimos del 39424. Por su parte, la Sociedad Deportiva Tenisca, equipo histórico del fútbol palmero que milita en Tercera División, no se conforma con un solo número y se presentará al día 22 de diciembre con dos: 81302 y el 79128. Más posibilidades de "acertar", según las matemáticas puras. Para el comprador es una costumbre que se repite cada año y mientras la cartera lo permita, la realidad es que cuesta renunciar a ese número que vende la entidad a la que se pertenece o a la que se le lleva adquiriendo un décimo "toda la vida". ¿Y si toca? Al otro lado de la Isla, el Casino Aridane ha distribuido un número de los que se consideran fácilmente vendible, con una terminación que atrae: 62653.