El coordinador general del colectivo de gais, lesbianas, transexuales y bisexuales Lambda de la Comunitat Valenciana, Àlec Casanova, ha reivindicado este miércoles que la nueva ley de Igualdad de las personas LGTBI "era muy necesaria", y supondrá "un hito que va a cambiar la sociedad valenciana".

Tras asistir en Les Corts Valencianes al debate de la ley, que ha seguido desde la tribuna de invitados, Casanova ha expresado a los medios de comunicación su alegría por la aprobación de esta norma, que en su opinión va a "mejorar" la sociedad valenciana "muchísimo más de lo que ya era".

"A partir de ahora, las personas LGTBI ya empezarán a ser respetadas en su dignidad y en sus derechos, al igual que el resto de personas de la sociedad", ha manifestado el coordinador de Lambda, quien no obstante ha considerado que "falta todavía pedagogía social".

Tras la aprobación de la ley, medio centenar de miembros del colectivo LGTBI han posado para los medios gráficos junto a varios diputados tras una gran bandera arcoíris para mostrar su satisfacción por este hito.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, ha asegurado que la aprobación de esta ley supone que la Comunitat Valenciana se incorpore "a esas legislaciones avanzadas en el mundo que apuestan por la igualdad y por la diversidad como un valor social".

"Hoy es gran día para la sociedad valenciana y también para los colectivos LGTBI", ha aseverado Oltra en los pasillos de Les Corts Valencianes, y ha resaltado que la nueva norma establece la igualdad y la no discriminación de los colectivos LGTBI desde la infancia hasta la última etapa de la vida, hasta las personas mayores.

La también consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas ha señalado a los medios que la ley incluye una serie de "medidas positivas" para que la igualdad que se plantea en el texto "pase a ser una igualdad en la vida real", mediante la lucha contra los delitos de odio y contra la homofobia.

Ha añadido que también se actúa contra todas aquellas actitudes de desprecio o discriminatorias en el ámbito que sea, como el laboral, el educativo o el del ocio, que cuando llegan "a mayores se convierten de delito", y ha destacado la obligación de que los municipios grandes tengan policías especializados en delitos de odio.