Las hembras de los demonios de Tasmania soportan mejor que los machos los contagiosos y mortales tumores faciales que están mermando la población de estos marsupiales emblemáticos de Australia, según un estudio publicado hoy.

"Mientras los machos pueden perder hasta el 25 por ciento de su peso corporal por el cáncer, el impacto en las hembras es del 5 al 10 por ciento", dijo el autor principal del estudio, Manuel Ruiz, de la Universidad de Tasmania, en un comunicado.

Los investigadores se centraron en dos poblaciones salvajes de los "Sarcophilus harrisii" del noroeste de la isla de Tasmania, en un período de tres años, registrando cómo iba avanzando este tumor facial en los ejemplares afectados y su impacto, así como los cambios en la fisiología del animal.

El equipo científico midió la caquexia, que se caracteriza por la desnutrición, el deterioro orgánico y el debilitamiento físico, y que en este caso está asociada al cáncer, según el estudio publicado en la revista científica Proceedings of The Royal Society B: Biological Sciences.

Los investigadores notaron que, a medida que avanzaba la enfermedad con el crecimiento del tamaño del tumor, los animales adelgazaban, aunque "las hembras sufrían un menor deterioro de la condición corporal en comparación con los machos", precisó Ruiz.

Rodrigo Hamede, coautor del estudio en el que colaboraron también expertos de Chile y Estados Unidos, explicó que las investigaciones efectuadas en los últimos cinco años demuestran que los demonios se están adaptando a esta enfermedad epidémica.

"Esta es otra muestra de que los demonios están aprendiendo a vivir con el cáncer y la coexistencia de los demonios con el tumor facial cancerígeno puede ser un posible resultado", acotó Hamede, también de la Universidad de Tasmania.

El tumor que afecta a los demonios de Tasmania, que a menudo contraen a través de heridas sufridas en peleas con ejemplares infectados, aparece en la boca del animal y aumenta de tamaño hasta causar unas deformaciones que les impiden comer.

El demonio de Tasmania pobló el territorio continental de Australia pero actualmente su hábitat se reduce a la isla de Tasmania, donde la población se ha visto reducida por estos tumores y una baja diversidad genética.