La Fiscalía de Catania, en la isla italiana de Sicilia, investiga a 24 personas, la mayoría personal de Médicos sin Fronteras, y ha inmovilizado el barco Aquarius de rescate de inmigrantes en el Mediterráneo Central bajo la acusación de tratamiento ilegal de residuos considerados peligrosos.

La Guardia de Finanza, que ha conducido las investigaciones junto con la Policía italiana, ha establecido "que hubo un tratamiento ilegal de residuos en 44 ocasiones y por un total de 24.000 kilos de desechos".

Entre los investigados se encuentran dos agentes marítimos, Gianino Francesco y Romeo Giovanni Ivan, y el resto son personal de la ONG pertenecientes al centro operativo de Bélgica y de Amsterdan, que se encargaban de la gestión de las misiones de rescate.