Manolo y Nena no se pierden una relacionada con la diabetes. Ni una charla ni un curso que se celebre en Ofra, el barrio de Santa Cruz donde reside la veterana pareja. No podían faltar, y no lo hicieron, a la jornada lúdico-cultural que organizó la tarde del pasado viernes en el salón de actos del IES César Manrique el centro de salud (miles de cartillas entre Ofra-Delicias y Ofra-Miramar) de la zona. Ellos estaban entre las 250 personas que acudieron a la cita, ya clásica cada año. Una manera de conmemorar el Día Mundial de esta enfermedad crónica, que fue el miércoles pasado, esta vez con la familia como eje, y en paralelo, luchar contra ella.

El reparto del kit con la merienda -fruta, en este caso manzana, lácteo y galletas- y el número para la rifa correspondiente -los afortunados se llevaron productos locales para hacer su propia ensalada- esperaban en la puerta a los asistentes. Luego empezó la fiesta que abrió y cerró la música y las canciones del dúo femenino Rosei.

En medio, además de la actividad incansable de enfermeras y voluntarios, con el liderazgo de la incansable Ana, humor, teatro y cuento "para pasárselo bien". Hubo tiempo también para concienciar sobre la enfermedad. O conocer el ejemplo de unos mayores -la tercera edad dominaba abrumadoramente en el auditorio y Ofra es un barrio envejecido- que han superado la soledad para vivir en comunidad dentro de un proyecto colectivo de dinamización. Se ha desarrollado en el barrio tacorontero de San Jerónimo, liderado por el profesor de la ULL, Vicente Zapata, y la AV El Chaboco.

La enfermera Ana Vanesa Castilla, "gestora de casos" en la práctica que ha conocido en los domicilios, emocionó con la lectura en voz alta de su relato "Cosiendo mi soledad". Zapata y "sus chicas" -Carmita, Conchi y Cioni- mostraron cómo es posible superar en común una soledad no deseada.

El humor de Jaime Marrero, presentado por "el colaborador necesario" Juan Fariña Flores, hizo reír durante un buen rato con su peculiar "más nunca" entre chiste y chiste. Un puntal.

Momento estelar para el grupo de teatro Reina y sus diez actrices, ejemplos de superación, que pusieron en escena la obra de creación propia "La confesión". Un éxito como demostraron risas y aplausos. Anunciaron un próximo estreno en el teatro Leal lagunero.

Por su parte, la farmacéutica Elsa Zurita presentó el interesantísimo sistema personalizado de dosificación de medicamentos destinado, sobre todo, a las mayores que viven solos.

Por último, Izaskun Pérez glosó el proyecto "Guata pata todxs" de la Asociación Acufade, con sede en La Matanza, que pretende unir el trabajo de voluntarios que quieran ayudar con los mayores en situación de dependencia.

Si Manolo y Nena no faltan nunca y "El rincón de Manolo" sigue ahí de frente contra la diabetes y aprendiendo a vivir con ella, qué decir de Anastasia. Siempre espíritu libre. Aparece cuando quiere, pero nunca pasa desapercibida. Tampoco el viernes cuando bailaba con su estilo inconfundible "El polvorete" de Pepe Benavente que, cómo no, cerró el acto.