Uganda comienza hoy a vacunar contra el ébola a sus "trabajadores de salud en primera línea" ante el temor de contagio desde la República Democrática del Congo (RDC), donde esta epidemia ya se ha cobrado 186 muertes probables.

Según un comunicado de la ministra ugandesa de Sanidad, Jane Ruth Aceng, las autoridades administrarán unas 2.100 vacunas al personal sanitario que opera próximo a la frontera occidental de Uganda; a pocos kilómetros de la ciudad congoleña de Beni, epicentro de una segunda oleada de este virus.

El brote de ébola que asuela desde agosto el noreste de la RD del Congo, identificado en las conflictivas provincias de Ituri y Kivu del Norte, suma ya 298 casos -263 de ellos confirmados en laboratorio-, según datos difundidos el 3 de noviembre por el ministerio de Sanidad congoleño.

A finales de septiembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ascendió a "muy elevado" el riesgo de contagio regional de la epidemia de ébola, dado las numerosas conexiones de transporte y el constante intercambio fronterizo de personas.

Aceng señala también como factores de riesgo "el desplazamiento interno de población y el desplazamiento de refugiados congoleños a países vecinos", consecuencia de la violencia y la inseguridad que imperan en estas provincias del noreste de la RD del Congo.

"La situación de seguridad en Kivu del Norte e Ituri está dificultando la implementación efectiva de las actividades de respuesta", señala Aceng, lo que hace más vulnerable la transmisión transfronteriza de esta enfermedad vírica a Uganda.

En este sentido, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó a finales de octubre -por unanimidad- una resolución para expresar su preocupación por esta epidemia y pedir el cese de los combates en la zona con el fin de facilitar su pronta erradicación.

Se trata del peor brote de ébola en la RDC en la última década y el segundo declarado en 2018, tan solo ocho días después de proclamarse en julio el fin de la anterior epidemia en la provincia noroccidental de Ecuador.