La vivienda o la falta de ella es un determinante "principal" en la salud de las personas, según un informe financiado por el Ministerio de Sanidad, que, tras estudios hechos, entre otras zonas, en Tenerife, advierte de que en una casa insalubre no solo se estropean las paredes sino también la salud.

El informe "Cuando la casa nos enferma. La vivienda como cuestión de salud pública", realizado por la asociación Provivienda en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y presentado ayer, concluye que una buena política de vivienda es, además, de prevención en salud.

La investigación se centra en la inseguridad residencial que marca el bienestar social y psicológico, y evidencia que los impactos de una vivienda deficiente en la salud son múltiples (patologías, discapacidades, síndromes o trastornos).