La Fiscalía Nacional de Chile informó hoy de que hay 119 causas abiertas por la presunta comisión de delitos sexuales por parte de personas relacionadas con la Iglesia católica.

Indicó que actualmente son 167 las personas imputadas y 178 las víctimas en estas investigaciones, 79 de ellas menores en el momento en que ocurrieron los hechos, 15 mayores de edad y de las otras 84 no se ha especificado este detalle.

En esta actualización del informe que la Fiscalía ofreció a finales de julio dentro de los escándalos por denuncias de casos de abusos sexuales en la Iglesia, el Ministerio Público precisa que entre los imputados hay 7 obispos, 96 sacerdotes, 4 diáconos, 30 religiosos (no sacerdotes), 10 laicos y 20 personas más de cuyo estatus no hay precisiones.

A comienzos de agosto, en un gesto de transparencia de la Iglesia, la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) publicó un listado en la web con los nombres de 43 sacerdotes y un diácono condenados, por la Justicia civil o por la canónica, por abusos sexuales a menores.

La Iglesia católica chilena pidió el 3 de agosto perdón por los abusos sexuales cometidos por miembros del clero y anunció un conjunto de medidas y compromisos para avanzar en la búsqueda de justicia y reparación de las víctimas.

Los 34 obispos de la CECh validaron esa declaración al término de una asamblea plenaria extraordinaria de cinco días en la localidad costera de Punta de Tralca para analizar la profunda crisis que vive el clero por las denuncias de abusos.

En cuanto a las investigaciones de la Fiscalía, varias sedes eclesiásticas han sido registradas por fiscales y policías desde que a mediados de junio el Ministerio Público comenzara con las entradas en diócesis para conseguir información con la que espera dilucidar las decenas de casos abiertos contra miembros del clero.

Tres de ellas en la capital chilena, dos este mes de agosto y otra más el pasado junio, cuando se registró también el obispado de la ciudad de Rancagua (a 90 kilómetros al sur de Santiago), y otras dos en julio en la sureña región de La Araucanía, en las ciudades de Temuco y Villarrica.

El último de estos registros tuvo lugar el 14 de agosto en la sede de la CECh, en pleno centro de Santiago.