El doctor Javier Lucientes Curdi, de la Universidad de Zaragoza, expuso ayer, en el marco del Campus África, el trabajo que se viene realizando en lo que respecta al control de vectores -mosquitos causantes de patologías-. "Está claro que el principal objetivo es reducir este número de vectores, algo que debemos hacer de forma multifactorial, ya que sería un error quedarnos con una acción aislada", especificó el especialista.

Uno de los principales problemas a la hora de llevar a cabo este control es la capacidad de las especies de adaptarse y generar resistencia ante los insecticidas. "El abuso de sustancias químicas ha provocado la aparición de mosquitos resistentes a las sustancias químicas, de modo que con esta técnica solo se está matando al 15% de algunos vectores. Ante esto lo que estamos haciendo es rotar y combinar el uso de las sustancias con el objetivo de sorprender y eliminarlos", afirmó Lucientes.

El investigador destacó principalmente la necesidad de conocer en profundidad las características y evolución biológica de los mosquitos. "Para que el control sea efectivo hay que monitorizar y controlar al mosquito para ver si lo que hacemos es eficaz o no", añadió. De igual modo, destacó que "el control de vectores para evitar el contagio de enfermedades nos cuesta cada vez más, de ahí que sea necesario actuar de forma efectiva", puntualizó.

Lucientes apostó por la lógica a la hora de controlar las zonas de cría de los mosquitos como fórmula para evitar que el gasto en las tareas de control se dispare. "Si somos capaces de limpiar nuestro entorno, de eliminar el agua estancada, entre otras tareas, eliminaremos los reservorios de estos insectos y evitaremos el uso de agentes químicos que son agresivos y caros", aseveró.

Entre las técnicas más novedosas para el control está el uso de microcápsulas insertadas en pintura, de modo que estas se van liberando de forma progresiva y prolongada. "Este tipo de pinturas es muy interesante porque puede tener una efectividad de hasta tres años", añadió.

Destacó también el uso de plásticos impregnados con insecticidas. "Este tipo de sistema se utiliza porque es muy seguro, ya que se puede aplicar a la fabricación de mosquiteras, por ejemplo".

las claves

Actuaciones individuales. Hay comportamientos individuales que pueden ayudar al control de los mosquitos, como limpiar el entorno o eliminar el agua estancada.

Combinar sustancias. Para atacar a los mosquitos hay que "rotar" sustancias para sorprender a los mosquitos, cada vez más resistentes.

Manuel Segovia Hernández, responsable de la Unidad Regional de Medicina Tropical de Murcia, también participó ayer en el ciclo de conferencias de Campus África, donde presentó "La resistencia a los antimicrobianos. Un problema emergente".

"El miedo al contagio es uno de los grandes temores de la humanidad y una prueba de ello es que cuando surge una enfermedad nueva e infecciosa siempre se crea una alerta social", destacó el ponente.

La resistencia a los antimicrobianos es cuestión de tiempo. "Para que se hagan una idea la resistencia a la penicilina no tardó mucho en aparecer, algo de lo que alertaba el propio Fleming".

Segovia considera que la "resistencia adquirida" es la tendencia actual que mayores problemas clínicos genera, una situación que se relaciona directamente con el mal uso de los antibióticos. "Tenemos que usar los medicamentos de forma racional, siendo consciente de que lo estamos usando y aplicando". Esta resistencia es la que hace que los antibióticos no siempre actúen de la forma esperada, circunstancia que se produce por la capacidad de la bacteria de mutar o por la propia inactivación o modificación del fármaco.

"Es un tema muy serio, actualmente se puede afirmar que este es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos, ya que esta resistencia es causante de unas 25.000 muertes al año".