El número de incendios forestales en la primera mitad del año -hasta el 24 de junio- llegó a los 2.856 siniestros, un 61,5% menos respecto al mismo periodo de 2017 (7.428 fuegos) y un 51,96% por debajo de la media de los últimos 10 años (5.945).

Estos datos señalan a este periodo (1 enero-24 junio) como el tercero mejor de la última década sólo por detrás de 2016 y 2013, cuando en el mismo espacio de tiempo se contabilizaron 2.320 y 2.644 incendios respectivamente, según datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco).

La rebaja en la cifra de fuegos apunta a una primavera fría y extremadamente húmeda

La rebaja en el número de incendios en este arranque del verano apunta a una primavera fría y extremadamente húmeda, que ha dejado una precipitación media sobre España de 317 litros por metro cuadrado -la más lluviosa desde 1965-, y a la todavía inexistencia olas de calor, claves en la propagación de fuegos en zonas forestales.

Del total de número de incendios, 1.903 fueron conatos (menos de 1 hectárea afectada) y 953 dieron lugar a incendios de más de una hectárea, afectando al 0,033 por ciento de la superficie total del territorio español y un total de 9.060 hectáreas, casi 42.000 hectáreas menos que en 2017.

Durante los casi seis primeros meses de este año se ha producido en todo el territorio sólo 1 gran incendio (GIF), aquellos que superan las 500 hectáreas, lo que le sitúa en el mismo puesto que 2013 y 2015 (ambos con 1) y muy lejos de la media de la última década (5) y de 2017 (8). Para situar el peor año de la década (2008-2018) en cuanto a GIF hay que remontarse a 2012 cuando, según los datos ministeriales, se contabilizaron 14.

Durante 2018, el tipo de vegetación más perjudicada fue en su mayoría leñosa.