La nave "Aquarius" de la ONG francesa SOS Méditerranée esperaba anoche instrucciones en alta mar con 629 inmigrantes a bordo, algunos "cada vez más ansiosos", y un hombre llegó a amenazar con lanzarse al mar por miedo a regresar a Libia. Fuentes de la Guardia Costera italiana indicaron poco antes de la pasada medianoche que no había información oficial sobre la nave y la ONG informó en Twitter que "por petición de Roma, la nave "Aquarius" estaba detenida en el mar entre Malta e Italia a la espera de un puerto seguro.

A bordo también hay personal sanitario de Médicos Sin Fronteras (MSF) que informó a todos los inmigrantes sobre la situación actual pues "las personas en Aquarius están cada vez más desesperadas", escribieron en Twitter. MSF explicó en esa red social que "un hombre llegó a amenazar con saltar por la borda, país del que muchos de los inmigrantes zarpan hacia Europa y donde describen toda clase de violencias.

Entre los 629 inmigrantes hay 123 menores no acompañados, once de ellos niños pequeños, y siete mujeres embarazadas, y MSF apuntó que "muchos necesitan atención médica" y, por lo tanto, su situación requiere "una solución urgente". El desembarco de todos estos inmigrantes originó el pasado sábado un duro pulso entre Italia y Malta, que se negaban a ofrecer un puerto seguro donde acogerlos.

Fue el Gobierno de España el que ofreció ayer el puerto de la ciudad de Valencia (este) para recibirlos. Desde la embarcación, MSF agradeció "el gesto del Gobierno español, pero subrayó que aún se necesitan "instrucciones formales de los Centros de coordinación de Rescate Marítimo de Roma y Madrid". Y advirtió de que "un viaje de tres días" hasta Valencia "en un barco que supera su capacidad máxima es inseguro".

Al cierre de esta edición, Euronews informó que el buque "Aquarius" descarta viajar a España por la inseguridad que generaría un viaje de entre tres y cinco días hasta Valencia. La enviada especial de Euronews Analise Borges, a bordo del barco, explicó que las condiciones meteorológicas empeorarán en los próximos días y el trayecto hasta Valencia, de más de 1.300 kilómetros, se prolongue entre tres y cinco días. Casi a la misma hora de ese información, el vicepresidente y ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, avanzó que la nave Aquarius se dirigirá a España "lo antes posible", en contra de lo que se aseguró en el barco, que lo ven "inseguro".