El paso de los años así como los problemas mentales, son dos de las características principales de las personas para las cuales se pide una incapacitación judicial, ya que se puede llegar a una situación en la que dicha persona no tenga la capacidad de gestionar su vida con seguridad, sometiéndose a múltiples riesgos que evidentemente buscamos prevenir. Por ello vamos a conocer mejor qué es la incapacitación judicial, además de que tendremos en cuenta la importancia de contar con el servicio de un profesional a través del cual gestionar todo el proceso.

Qué es la incapacitación judicial

En primer lugar es muy importante que entendamos que es exactamente la incapacitación judicial, y en este sentido básicamente estamos hablando de un procedimiento a través del cual se incapacita de sus responsabilidades a aquellas personas o familiares que puedan presentar algún tipo de incapacidad que pueda afectar negativamente a su salud e integridad.

En este caso, lo que se hace es proceder a que sean los familiares los que asuman la tutela de la persona incapacitada, pero sobre todo es muy importante que tengamos en cuenta que, para poder proceder a llevar a cabo un proceso de incapacitación judicial, es muy importante que efectivamente dicha persona se encuentre con sus capacidades alteradas, es decir, existe una serie de requisitos que deberán cumplirse en todo caso para poder llevar a cabo el proceso y finalmente hacernos cargo de la persona con el objetivo de asegurarnos de que estará protegida en todo momento.

Cuales son los requisitos que se deben cumplir para la incapacitación judicial

Evidentemente, en cada caso vamos a encontrarnos distintas situaciones, lo que significa que es evidente que hablar de los requisitos es algo general, es decir, después cada caso se va a tratar de un modo mucho más particular.

Sin embargo, para poder ser incapacitado judicialmente es necesario que hablemos de personas con dolencias mentales de gravedad, es decir, de personas enfermas que requieren una vigilancia constante y una tutela.

De igual manera, también podrán ser incapacitadas inicialmente aquellas personas que padezcan algún tipo de discapacidad intelectual que les haga requerir de una protección especial o que su situación pueda revestir algún tipo de problema para su integridad.

También entrarán dentro del grupo de personas a las que se puede aplicar la incapacitación judicial aquellas que tengan un deterioro cognitivo grave, es decir, hablamos de una persona que no tiene enfermedades mentales ni discapacidades, pero debido al deterioro cognitivo, precisa de una tutela y un control constante.

Un buen ejemplo en estos casos son las personas que padecen enfermedades como el Alzheimer, de manera que requieren una protección especial a través de la cual asegurarnos que en ningún momento van a estar expuestas a peligros que lo puedan ser evitados precisamente por su condición.

Para llevar a cabo una incapacitación judicial, ponte en manos de profesionales con experiencia

En cualquier caso es muy importante que seamos conscientes de que, cuando hablamos de incapacitar judicialmente a una persona, nos vamos a meter en un proceso bastante complicado si lo desconocemos, lo que significa que en estos casos es imperativo que nos aseguremos de que estamos en manos de profesionales con dilatada experiencia en este sector.

A través de este blog de Derecho Civil vais a poder encontrar un montón de información muy valiosa tanto para este como para otros tipos de situaciones legales en las que os podáis ver envueltos, de manera que debemos destacar lo esencial que resulta ir dando los pasos de forma medida y concienciada, logrando de esta forma tener muchas más posibilidades de conseguir alcanzar nuestros objetivos.