Greenpeace descubrió la presencia de microplásticos y químicos en el océano Antártico, tras analizar muestras de agua y nieve recolectadas durante una reciente expedición de tres meses a la Antártica, informó hoy la ONG.

En un extenso informe, Greenpeace indicó que siete de las ocho muestras de agua de superficie marina analizadas contenían microplásticos (menores de 5 mm de diámetro).

Asimismo, la ONG destacó que siete de las nueve muestras de nieve analizadas tenían concentraciones detectables de los químicos persistentes, llamados sustancias alquiladas perfluoradas y polifluoradas (PFC).

Estos químicos se utilizan ampliamente en muchos procesos industriales y productos de consumo y han sido relacionados a problemas reproductivos y de desarrollo en la fauna, explicó Greenpeace en un comunicado.

"Imaginamos que la Antártida es un área natural y pura. Lamentablemente estamos equivocados", dijo Estefanía González, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace, según recogió el comunicado.

La investigación de Greenpeace se realizó de enero a marzo de este año a bordo del rompehielos Arctic Sunrise e incluyó inmersiones submarinas.

La expedición se dio en el marco de una iniciativa que busca crear el mayor santuario marino del mundo, de una extensión de 1,8 millones de kilómetros cuadrados.

Esta iniciativa está siendo propuesta por la Unión Euroepa y la decisión final se tomará en la próxima reunión de la Comisión del Océano Antártico (CCRVMA) que se desarrollará en octubre próximo, informó la ONG ambientalista.

"La contaminación, el cambio climático y la pesca industrial de krill están dejando una huella clara y dañina de la humanidad en el lugar. Los resultados muestran que los hábitats más remotos de la Antártica están contaminados con desechos microplásticos y químicos peligrosos", dijo González.

"Por eso es que resulta urgente la creación del Santuario en el Océano Antártico para proteger los pingüinos, las ballenas y todo el ecosistema de este espacio irrepetible para la humanidad", agregó.