El Satélite para el estudio de Gases Traza (TGO) ha alcanzado su órbita definitiva tras un año de "aerofrenado", que finalizó el pasado febrero. La Agencia Espacial Europea (ESA) comunicó ayer que el aparato "ahora circunvala Marte cada dos horas y, tras la calibración y la instalación de nuevo software, comenzará las observaciones científicas rutinarias".

"Se trata de un momento crucial para el programa ExoMars y de un logro fantástico para Europa", reconoció Pia Mitschdoerfer, responsable de la misión TGO. El principal objetivo es elaborar un inventario detallado de los gases traza, que suponen menos del 1% del volumen total de la atmósfera del planeta. En particular, el orbitador buscará rastros de metano y otros gases que podrían atestiguar la presencia de actividad biológica o geológica.