Es la primera vez que Emma acude a la procesión de La Macarena... ¡Quién se lo iba a decir a ella, de tres años y sevillana de cuna! Poco antes de las diez de la noche del Jueves Santo es imposible colarse por la calle de La Candelaria, donde el "público" espera la salida de la Virgen. La plaza está "inundada" de feligreses para el espectáculo en el que se ha convertido la salida, primero de Jesús Cautivo y luego de La Esperanza Macarena.

Las costaleras sacan a Jesús Cautivo en medio de un tenso silencio, después de que la concejala Marisa Zamora tenga el honor de dar los tres toques al llamador. Nada más salir, se entona el "Novio de la muerte". En medio, entra y sale de autoridades al templo. Del "Novio de la muerte", al "Cristo de los gitanos", interpretado por los centenares de fieles a capela. De nuevo, entra y sale de más autoridades, algunas llegadas de Los Gladiolos, donde acompañaron a la Macarena de don Cristóbal.

La emoción de la calle va en aumento. De nuevo, entra y sale de autoridades que piden su vara. Queda la salida expedita y Paco Cortés ordena formar a los costaleros, que se disponen a sacar la imagen, en paso milimétrico. El palio ajustado a la puerta. "¡Izquierda, izquierda trasera! Parados". Segundo de nerviosismo para salir ajustados.

En la calle, silencio; dentro los políticos esperando la salida de la comitiva. Los costaleros lo intentan de nuevo y "encajan" el palio por la puerta, y llegan a la plaza con el ronco paso de sus lonas, ante la explosión de júbilo de los allí presente. En medio, Emma comenta: "Mira la carita de la Virgen, toda triste, porque su hijo se fue solito delante".

Ajenas a esta "cosa de niños", las autoridades echan mano de sus cámaras y... "selfie" al canto.

En la plaza, una voz unánime, de nuevo, el "Novio de la muerte", mientras los costaleros bailan a la Virgen. Luego, una malagueña. Y de ahí, procesión rumbo a San Francisco, entre gritos de "¡Macarena!", y la respuesta unánime: "¡Guapa!". Ya en el templo de Jacinto Barrios, a las puertas, nuevo baile y, otra vez, el "Novio de la muerte", en la procesión más multitudinaria de Santa Cruz. Antes de regresar, un pequeño refrigerio de algunas autoridades ostentoso en las cafeterías del lugar.

Emma, al ver a su hermano Jonás, de 7 años, le contó que vio a la Macarena con "la cara de carita de pena", a lo que él respondió: "Unos hombres querían ser más fuertes que él y lo mataron, por eso ella está triste", ajeno a la "lucha de las varas" y a los gritos de: ¡Macarena, guapa, guapa y guapa!".