"Un poco de misericordia hace el mundo menos frío y más justo", se lee en la cristalera de entrada. Detrás, unos expositores con productos religiosos de distinto tipo, así como unas láminas de cartón pluma que descansan sobre una mesa. Es el punto de información que desde hace tres semanas santas instala la Junta de Hermandades y Cofradías (JHC) de La Laguna en pleno casco, en la plaza de la Catedral.

Con forma de una caseta de obra (pero sofisticada), el puesto ofrece de todo un poco. Desde "souvenirs" más previsibles a otros que no lo son tanto. Un ejemplo del primer caso son los libros. Se pueden encontrar allí los populares programas de Semana Santa (también los de años anteriores), una publicación con la década de matasellos que se realizaron de la Semana Santa lagunera, y las obras "Cofradías y procesiones en San Cristóbal de La Laguna: síntesis histórica, siglos XVI-XIX" y "La antigua Cofradía de la Sangre de La Laguna: historia y colección documental". Pero además hay rosarios -"que se están vendiendo un montón", apuntan desde la JHC-, pulseras, discos de música sacra, pines, un DVD editado hace años bajo el título "Los pasos en el aire" o camisetas.

A media mañana de ayer la actividad era moderada, tirando a baja. En los 20 minutos en los que este periódico conocía las singularidades del proyecto, unas tres personas se interesaron por algún producto; una de ellas un señor que preguntó por los programas de Semana Santa y el precio -dos euros- pareció disuadirlo. Sin embargo, cuando se acercan más usuarios hasta allí es durante las procesiones y en los días centrales de esta tradición.

¿Y cuáles son los precios? Desde un euro hasta 50. Lo más barato: unas pulseritas violetas y unas cruces de madera. En el extremo opuesto se encuentran unas figuras de capuchinos. Una de las tres voluntarias que colaboran en la iniciativa explica que, en el caso de los turistas, hay preferencias diversas según el país del que proceden: "Los franceses se decantan por los rosarios; los alemanes, por las cruces, y los portugueses, por las postales ".

Los responsables de la JHC señalan que los fondos obtenidos en esta caseta -que antes de la Catedral vivió un par de ediciones más en otros puntos del centro histórico- van dirigidos al que desde esta entidad suelen recordar que es uno de los fines principales que han de tener las cofradías: la acción caritativa y social.