La madrugada del próximo domingo, 25 de marzo, a las 02.00 horas serán las 03.00 horas en toda España menos en Canarias, donde el cambio se realiza una hora antes: a la 01.00 se adelantarán las agujas del reloj hasta las 02.00 y así se mantiene la diferencia con la Península. De esta forma dará comienzo el horario de verano, que se extenderá hasta el último fin de semana de octubre, cuando el reloj volverá al horario de invierno.

El cambio horario forma parte de la Directiva Europea 2000/84CE que afecta a todos los Estados miembro de la Unión Europea con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar por la tarde. Por tanto, el cambio es obligatorio y siempre se produce en las mismas fechas y horas en el conjunto de la UE, de modo que no existe la posibilidad de que un Estado miembro no aplique este cambio de hora.

En España, esta directiva se incorporó al ordenamiento jurídico nacional mediante el Real Decreto 236/2002 de 1 de marzo.

A lo largo de los años se han ido presentado informes y estudios por parte de la Comisión Europea y la Dirección General Europea de movilidad y transportes (DG MOVE) en 2014 que apuntan a ahorros en el consumo de energía.

Si bien, la Comisión Europea asegura que el consumo de energía no es el único aspecto positivo sino también subraya otros impactos sobre sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo, los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

Según el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital el cambio de hora se remonta a la década de los 70, con la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz natural del sol y consumir menos electricidad en iluminación.

Desde 1981 se aplica como directiva que se renovaba cada cuatro años hasta la aprobación de la Novena Directiva, del Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión, en enero de 2001, que establece el cambio con carácter indefinido.

Fuentes del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, han señalado a Europa Press que desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) no se puede cuantificar de manera exacta el ahorro que supone el cambio horario.

Sin embargo, añaden que en los últimos años se ha barajado que ese ahorro potencial podría representar entre un 3 y un 5 por ciento del consumo eléctrico en iluminación.

Para llegar a este ahorro se debe realizar un comportamiento responsable en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como utilizar tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural en edificios del terciario y en industrias.

Estas tecnologías ampliamente experimentadas consisten en fotocélulas o sensores de luz que apagan o regulan la iluminación artificial en función de la luz natural aportada a la zona, a través de ventanas o lucernarios.

El portal meterológico eltiempo.es añade que el primer país en implantar la medida fue Alemania en 1916 mientras en España el cambio de hora se realiza desde 1974. En total son 70 países del mundo los que cambian la hora, coincidiendo con los más industrializados excepto Japón. En África la mayor parte de países nunca ha cambiado la hora.