La comunidad judía española celebrará este miércoles 28 de febrero la festividad de Purim, el carnaval judío, que recuerda la salvación del pueblo hebreo ante la inminente aniquilación en Babilonia.

El relato de los acontecimientos se encuentra en el Libro de Ester, incluido en el canon bíblico, llamado en hebreo Meguilat Ester. En todas las comunidades se relata la historia de Purim mediante lectura pública del Libro de Ester y se organizan fiestas de disfraces.

La historia data del año 450 a.e.c., cuando el rey Asuero, influido por las calumnias de su ministro Amán, decretó el fin de la presencia judía en su tierra para la fecha del 14 de Adar. Después de una serie de pericias, su esposa, la reina Ester, de confesión judía, convenció a Asuero y el decreto fue revocado.

El origen de la palabra Purim, plural hebreo de la voz persa Pur que significa suerte, hace referencia en primer lugar a que la fecha elegida para la destrucción del pueblo judío fuese echada a suertes y en segundo lugar, a que cambió la suerte de los judíos.

A partir de la Edad Media, en las comunidades judías se acostumbraba a representar la historia de Purim en lo que se conoce como Purim Shpil. De esta tradición ha derivado la celebración de Purim como un carnaval. Es precepto disfrutar de la celebración y de la mesa festiva.

Entre las costumbres de Purim se cuenta también el Mishloaj Manot --envío de manjares-- a los amigos y familiares entre los que no faltan los Oznei Aman --galletas dulces de forma triangular típicas de esta fiesta-- así como la Matanot y Evonim --caridad y limosna a los pobres--.

Los judíos de la Diáspora (fuera de Israel) se reúnen en la sinagoga donde se lleva a cabo tres veces seguidas la lectura del Libro de Ester. Durante la lectura, amena y didáctica, al nombrar al "malvado Amán", se hace sonar una especie de carraca para "apagar el sonido de dicho nombre".