España ha marcado su peor resultado en el índice de corrupción elaborado por Transparencia Internacional (TI). Concretamente, ha obtenido 57 puntos en el ranquin global de la ONG, con lo que, pese a aprobar, acumula una pérdida de ocho puntos enteros en los seis últimos años y marca un nuevo mínimo histórico.

Así, España se sitúa en el puesto 42 de un total de 180 países, tras ceder un punto y un puesto con respecto a la edición previa de este estudio. Esto, le sitúa a la altura de Chipre y la República Checa.

El presidente de la organización no gubernamental, Jesús Lizcano, presentó los datos del informe mundial de transparencia y acusó al Ejecutivo, a los partidos y a los grupos parlamentarios de falta de voluntad política para cambiar la situación y de "ningunear" a los ciudadanos. "Es muy importante que consideren de una vez que la corrupción es un tema de Estado, general y transversal", recalcó Lizcano.

La aprobación del proyecto de ley de lucha integral contra la corrupción, presentado por Ciudadanos en septiembre de 2016 y aún en plazo de presentación de enmiendas, sería, en opinión de Lizcano, una "señal" de querer cambiar las cosas.

En los últimos seis años, España ha pasado del puesto 13 de toda la UE a estar entre el 18 y el 20. "Todo esto afecta de forma muy dañina a la imagen del país y a sus posibilidades de atraer inversiones honestas y a largo plazo", admitió Lizcano.

El presidente de TI aseguró que es la hora de cambiar, dar la vuelta y mejorar el sistema jurídico español, además de debatir y generar consenso para evitar que visiones cortoplacistas impidan un cambio de la situación.