Ya ha cumplido los 40 años, aun sin descendencia porque no ha querido hasta ahora. Quizás haya cumplido 40 habiendo pasado por varios ciclos de fertilización en la sanidad pública. O quizás tenga 35 años y ha probado hasta tres veces, sin suerte, a quedarse embarazada mediante reproducción asistida.

Si su historia es similar a estas, quizás la sanidad pública ya no cubra sus necesidades, porque la realidad es que todo tiene un límite. Ante estas limitaciones -de edad y de cantidad de ciclos-, muchas canarias recurren a las clínicas privadas de las Islas en busca de una tercera oportunidad para cumplir su sueño de ser madres, porque el instinto maternal aparece cuando uno menos lo espera.

En 2016, los tres hospitales canarios que realizan técnicas de reproducción asistida, el Hospital Universitario de Canarias (HUC), el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria y el Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil (Chuimi), realizaron en total 2.599 ciclos de inseminación. Concretamente, en La Candelaria se realizaron 180 ciclos de inseminación artificial, pues en este hospital no se realiza fecundación in vitro (FIV). Por su parte, el HUC realizó 1.268 ciclos de diferentes técnicas de reproducción asistida, y Chuimi 1.151 en total.

Estas restricciones, especialmente las de edad, que se contemplan en el Real Decreto 1030/2006, de 15 de septiembre, por el que se establece la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud y el procedimiento para su actualización, hacen que muchas mujeres deban optar a la asistencia privada. En este RD se restringe la fecundación en el Sistema Nacional de Salud a las mujeres "mayores de 18 años y menores de 40 años en el momento del inicio del estudio de esterilidad". Además, en la mayoría de técnicas de reproducción asistida, el número máximo de ciclos es de tres, a excepción de la inseminación artificial que puede variar entre cuatro y seis ciclos.

La clínica IVI de reproducción asistida, una de las tantas ofertas privadas de las islas, ha abierto recientemente una nueva sede en Tenerife -lleva desde 2009 emplazada en Gran Canaria-, debido a la "alta demanda de pacientes". "Queremos evitar traslados durante los 10 días que dura el tratamiento, porque ya de por sí es bastante estresante y queremos darles las mayores facilidades", afirmó el director de IVI, Javier Domingo. Por eso han decidido acercar la clínica a las pacientes de esta isla.

En la última década, esta clínica ha realizado más de 7.000 tratamientos, y, con esta nueva apertura, su director estima que podrán llegar a realizar unos 2.000 ciclos de fecundación al año entre ambas provincias, lo que se acercaría mucho a la cantidad de técnicas de reproducción asistida que se realizan en la sanidad privada.

La edad de la maternidad está retrasándose y es una tendencia que se puede percibir especialmente en estos centros, en los que la edad media de las mujeres que apuestan por estos métodos alcanza casi los 39 años. Una diferencia considerable con los servicios asistenciales públicos, que registra una media de edad de entre 34 y 35 años. Cada ciclo cuesta 5.000 euros y casi la mitad de canarias realiza esta inversión. Se abre entonces el debate sobre si los servicios públicos deberían ofrecer una mayor cobertura, teniendo en cuenta que el paradigma reproductivo ha cambiado.