Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Ciencia, Silvia Alonso Pérez, profesora del Máster en Energías Renovables e investigadora de la Universidad Europea de Canarias (UEC), valora la situación actual en el Archipiélago y la presencia y papel de la mujer en estos ámbitos. A pesar de que en España ha habido avances en las últimas tres décadas, las cifras siguen sin ser del todo esperanzadoras en el ámbito laboral. En torno al 55% de los títulos universitarios y el 45% de los doctorados los obtienen mujeres; sin embargo, ellas solo son el 39% del total de investigadores activos.

¿Por qué el número de investigadoras activas es tan inferior al de los hombres?

Se mezcla la cuestión cultural con la igualdad de oportunidades. En el momento que una mujer entra en la universidad no hay ningún problema, ya que se pueden matricular en cualquier carrera. Es algo que queda por diagnosticar del todo, pero sí es cierto que a medida que vas avanzando dentro de los puestos de trabajo, relacionados con la investigación o la academia, cada vez se van perdiendo más mujeres por el camino y la desigualdad se acrecienta. Tiene que ver también mucho con temas de conciliación laboral, paridad e, incluso, los llamados micromachismos. Todo ello hace que las mujeres no estén en los órganos de gobierno de los centros de investigación.

¿Hay ramas científicas con mayor presencia femenina?

Como decía antes, es algo cultural que venimos arrastrando. Es cierto que en las carreras de Ciencias Sociales o Biomédicas el papel de la mujer es importante, ya que hay mayor presencia de estas con respecto a los hombres. Pero, por otro lado, las de otro tipo, como son las científico-tecnológicas, se ven como "carreras de chicos" y se matriculan muchas menos. Por ejemplo, en el grado de Física solo hay un 30% de mujeres en las universidades.

¿Qué medidas se pueden tomar para arreglar estos problemas?

Principalmente labores de visibilización en colegios, a través de charlas o cursos como los que se han llevado a cabo durante estas semanas por este Día Internacional de la Mujer y la Ciencia, o incluso añadir estos aspectos al currículo de las asignaturas. Contarles lo que hacemos y apartar esa imagen de la investigadora friqui o huraña. En definitiva, integrar todas estas actividades durante todo un año y no solo en 15 días.

¿Se puede hacer algo más desde el ámbito individual, tanto de la parte de los hombres como de las mujeres?

Es importante que todos nos concienciemos que las mujeres son importantes y necesarias en la ciencia y la tecnología. Para ello, debemos estar en igualdad y en igual número que el hombre. En este sentido, hay pequeñas acciones que podemos llevar a cabo. Incluso, a nivel familiar, por ejemplo a la hora de educar a nuestros hijos, elegir los juguetes con los que van a jugar, facilitarles que se diviertan con la ciencia o que se apunten en talleres. Tristemente, cuando le preguntas a un niño sobre el nombre de una investigadora femenina, no saben decir ni una.

¿De qué manera este desequilibrio influye en la agenda de investigación?

Hay quien dice que la mujer puede aportar una visión diferente, de manera que puedan surgir propuestas o proyectos diferentes desde nuestra visión. Yo no creo que tengamos otras ideas especiales para nuevas propuestas o para cambiar agendas de investigación. Creo que ambos deben aportar lo mismo por igual sin distinciones y, para ello, tanto la igualdad de competencias como la de número es imprescindible.

¿Desde la Universidad Europea de Canarias se han llevado a cabo eventos por este día Internacional de la Mujer y la Ciencia?

El año pasado hicimos una acción importante de visibilización de las mujeres investigadoras que estamos en esta universidad. Cada una explicó su labor y se difundió por redes. En esta ocasión, decidimos llevarlo a las aulas de los colegios con unas jornadas de divulgación científica por este evento del 11 de febrero. Estas tuvieron lugar el pasado lunes en el IES Sobradillo. Allí, otras investigadoras de la ULL y del IAC y yo dimos varias conferencias sobre el trabajo que desarrollamos a niños de diferentes niveles y cursos.

Desde su experiencia personal siendo mujer, ¿cómo surgió la idea de ser investigadora y estar relacionada con la ciencia?

Yo creo que fue por curiosidad. Siempre fui una niña muy curiosa y también por la ayuda de mis padres, que me orientaron. Yo nunca jugué con muñecas y sí con pequeños microscopios, esqueletos, etc. En vez de comprarme otro tipo de juguetes me compraban lo que realmente me gustaba. En mi caso fue vocación, pero creo que no debería limitarse a eso, también tiene que haber un acompañamiento en casa liberándose de prejuicios y facilitando todo.

¿En algún momento durante su trayectoria académica o laboral se ha sentido en desventaja por el hecho de ser mujer? Si es así, ¿por qué?

No tanto en desventaja, pero sí he vivido alguna actitud o un comportamiento diferente por el hecho de ser mujer. Micromachismos aislados, en definitiva. Recuerdo en un congreso un episodio bastante desagradable, alguna reunión en las que las mujeres no cuentan o no tienen el mismo derecho... Pero, por ejemplo, cuando empecé a trabajar en el Centro de Investigación de Izaña era la única mujer y nunca me sentí en desventaja, me trataron genial y fue todo un placer el tiempo que estuve allí. Ahora, incluso, son más mujeres que hombres.

¿Hay especificidades en las medidas que se desarrollan en Canarias con respecto a otras regiones?

Hay regiones donde el porcentaje de mujeres en ciencia es mayor, por ejemplo en La Rioja y Baleares. El panorama está mejor si miramos las estadísticas. En Canarias hay mujeres investigadoras de gran peso y haciendo ciencia muy importante, tanto en las universidades públicas como privadas, y en centros de investigación de referencia a nivel mundial. Por ejemplo, el centro de investigación atmosférica de Izaña o el Instituto de Astrofísica de Canarias.

Desde su perspectiva, ¿cuál es la situación de la ciencia en Canarias?

Tenemos una buena situación en general, con profesionales de gran potencial que desarrollan iniciativas a nivel mundial, pero falta esa difusión y visibilización. Es algo importante, ya que mucha gente no conoce la labor que se desempeña en el Archipiélago. Hay centros que lo hacen muy bien, como el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que tiene su propia unidad de divulgación. Es difícil encontrar a alguien que no sepa qué es el IAC. Pero cuando hablamos del centro de investigación de Izaña, todo el mundo piensa en el astrofísico y no en el atmosférico, que tiene ya 100 años.

Nueve rectoras

Las 50 universidades españolas cuentan en la actualidad con nueve rectoras en total. En Canarias, la Universidad Europea autonómica tiene una de ellas: Cristina Oliveira. Asimismo, este año, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) será dirigido por primera vez por una mujer: Rosa Menéndez.

Informe de la ONU

Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizado en 14 países de la Comunidad Internacional a raíz de este Día Internacional, las barreras para las mujeres siguen siendo bastante palpables en estos sectores, sobre todo a la hora de finalizar sus titulaciones o estudios correspondientes. En estos últimos 15 años y, a pesar de ciertos progresos, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18%, 8% y 2%, respectivamente, mientras que para los estudiantes masculinos es del 37%, 18% y 6%.