Determinar si el robot sería culpable por los daños de conductas negligentes o establecer cómo debería tratar un humanoide los datos "sensibles" de ancianos, enfermos o niños son aspectos que analizará el proyecto europeo Inbots, que acaba de arrancar con varios países involucrados y coordinado por el CSIC.

La iniciativa "Inclusive Robotics for a Better Society", dirigida por el Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cuenta con una financiación de cerca de 3 millones de euros.

La robótica industrial ha dejado de estar confinada únicamente a espacios cerrados para convivir con los humanos. Esta investigación trata de contestar los interrogantes que genera su presencia en ámbitos económicofiscales, sociales, jurídicos o éticos.