Reporteros sin Fronteras (RSF) ha denunciado hoy que los tres últimos meses de 2017 han sido de los "más negros de la historia democrática" para la libertad de prensa en Cataluña, ya que los periodistas vivieron "situaciones tan problemáticas como intolerables".

"Si el conflicto que ha enfrentado durante los últimos años a las fuerzas independentistas catalanas con el gobierno central ha ido pasando una lenta pero constante factura al periodismo en la región, los últimos tres meses de 2017 figuran ya entre los más negros de la historia democrática en cuanto a libertad de prensa en Cataluña se refiere", sostiene el Informe Anual 2017 de RSF.

Además del impacto de la crisis catalana, el 2017 ha sido un "año convulso" por otras razones para los informadores en España, que han tenido que afrontar desafíos para ejercer el periodismo.

En su informe anual, presentado hoy en Madrid, la organización lamenta la existencia en España de casos de ciberacoso, de amenazas y ataques avivados por señalamientos desde el poder, linchamientos en redes sociales, amedrentamientos, agresiones físicas y hostigamientos que "han dificultado extraordinariamente la labor de la prensa".

Los casos de "insultos y acosos" a periodistas de medios de línea independentista y constitucionalista se han multiplicado durante los meses de septiembre y octubre -"hasta tal punto que ha sido difícil realizar un censo pormenorizado-, creando una atmósfera irrespirable para la libertad de información en Cataluña", sostiene el informe.

El presidente de Reporteros sin Fronteras en España, Alfonso Armada, considera preocupante que "no se pueda trabajar de forma tranquila en un país de la Unión Europea".

Asimismo, Armada ha criticado que la actividad informativa se haya teñido de ideología, algo que "ha enturbiado mucho" el ejercicio de la profesión: "Gentes razonables y sensatas han sido abducidas por este relato bipolar y maniqueo", ha añadido.

Más allá de los ataques al ejercicio periodístico derivados del conflicto catalán, Reporteros sin Fronteras también destaca en España las presiones que sufrieron en El Periódico tras los atentados de Barcelona y Cambrils.

Asimismo, repasa las detenciones de los periodistas de ascendencia turca Hamza Yalçin y Dogan Akhanli, sobre los que pesaba una orden de extradición de Turquía y que finalmente fueron liberados.

RSF califica de "hecho insólito" el encarcelamiento de periodistas por orden de otro país y pide a las autoridades españolas que en el futuro tengan más en cuenta los casos humanitarios, como el estatus de refugiado político, antes de volver a ejercer de carcelero de un régimen no democrático.

El informe de la organización analiza la libertad de información en todo el mundo. En 2017, ha dicho Armada, África ha vuelto a ser un "agujero negro" para los periodistas: aunque hubo menos asesinados que en 2016, ese descenso no significa un decrecimiento de la violencia contra los informadores, sino que hay menos corresponsales extranjeros en el continente y son muchos los periodistas locales que han dejado la profesión.

Son habituales el cierre o la prohibición de medios, el encarcelamiento y la persecución de periodistas. En Eritrea, en concreto, "ejercer la profesión es dar un paso hacia la cárcel o a la muerte".

Asia es el continente más peligroso para la profesión, donde más muertes se producen.

En China hay una constante persecución al periodismo independiente y es el país donde más periodistas se encarcelan (un hecho muy preocupante también en Turquía).

Siria es el país más mortífero y en Yemen, Irak y Afganistán es "prácticamente imposible" ejercer el periodismo.

En América, México sigue siendo el país en paz donde más periodistas son asesinados, lo que pone de manifiesto el fracaso del gobierno, de la judicatura y de la policía para protegerlos.

Armada también ha lamentado que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dé aliento a falsedades y hechos alternativos y ataque a los medios de comunicación.

En Europa, RSF denuncia "el intento de dar legitimidad al espionaje de las telecomunicaciones" de los informadores, además de la violencia ejercida contra periodistas en Malta, Rusia, Ucrania, Turquía y Polonia.

Armada ha recordado que en los últimos 15 años han muerto mil periodistas en todo el mundo por hacer su trabajo: "La gente que busca la verdad se expone a morir", ha subrayado.