Muchos han imaginado una partida de Monopoly en la que puedan comprar la ciudad donde uno vive, un escenario que será real pronto, a raíz de una votación que decidirá quiénes ocupan el nuevo tablero. Alcobendas (Madrid) y San Fernando (Cádiz) han creado auténticos ''ejércitos'' para cumplir ese sueño.

Fue el 17 de enero cuando la empresa que fabrica el juego, Hasbro, inició el periodo de votación a través de una página web creada para ese fin, en la que se han registrado más de dos millones de votos en apenas diez días.

El premio es ser una de las 20 ciudades de más de 50.000 habitantes y dos municipios de menos de 50.000 que aparecerán en la edición española, que saldrá a la venta la próxima Navidad.

En lo más alto de la tabla se encuentran Alcobendas y San Fernando, que se disputan desde el comienzo las primeras posiciones, con un "pique" continuo que ha generado "ilusión y alegría" entre sus vecinos.

En el caso de Alcobendas, la aventura nació en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), donde el presidente del Club de Atletismo Popular (CAP), Luque Paez, fue a poner el nombre de Alcobendas, cuando comprobó que otra persona ya lo había registrado y tenía tres votos.

Divertido, contó la situación a los trabajadores del departamento de Comunicación del Ayuntamiento de la ciudad, desde donde lo compartieron en redes sociales. El resultado todavía les sorprende: en menos de 24 horas habían superado los 6.000 votos, y solo era el principio.

La competición se ha extremado desde el pasado fin de semana, cuando Alcobendas y San Fernando se pusieron a la cabeza del ránking y entablaron una disputa por la primera posición que se mantiene hasta el momento, cuando cada una de ellas ronda los 110.000 votos.

Esta imparable carrera de fondo tiene mucho ver, en el caso de Alcobendas, con el ''Comando Monopoly'' que se ha puesto en marcha en la localidad y que engloba a trabajadores municipales, vecinos, colegios y familiares de los residentes; todos ellos con el objetivo común de votar el máximo número de ocasiones posible.

"Alcobendas se ha movilizado porque nos gusta ser los primeros en todo", han manifestado fuentes del Consistorio, y esta hazaña, añaden, se ha convertido "en un duelo" que piensan mantener hasta el último día que se puede votar, el 17 de marzo.

Sin perder el sentido del humor, este "ejército" de votantes pide a los vecinos "que no abandonen, porque San Fernando no descansa", y dice que, aunque parece claro que lograrán entrar en el tablero, quiere hacerlo siendo el más votado, para ocupar la primera casilla y ser la población por la que más hay que pagar.

Para quienes no conozcan el Monopoly, recuerdan los alcobendenses que las casillas más deseadas, las que están en puja, son las azules, tradicionalmente ocupadas por el Paseo del Prado (que en sus inicios costaba 40.000 pesetas) y el Paseo de la Castellana, el premio de consolación (que bajaba hasta los 35.000).

En Alcobendas los vecinos bromean sobre la situación, apuntando que, "con lo cara que está la vivienda en la ciudad, tendrán que recibir más dinero en la casilla de salida"; o, como dicen los funcionarios, en Alcobendas "habrá que construir multinacionales y no hoteles", conocido el poder de atracción de sus empresas.

"Se ha creado un ambiente muy bonito en Alcobendas, en el que hay muchos amantes del Monopoly", explican desde el Ayuntamiento, aunque reconocen que "los ánimos bajan cuando quedan relegados a la segunda posición".

Y es que hay personas que estudian al minuto en qué posición está cada localidad, hasta el punto de que han creado un grupos de WhatssApp para ir informando del ránking y "darse ánimos".

Por el momento, Facebook, Twitter e Instagram son las plataformas por las que el municipio madrileño está dando a conocer esta campaña; aunque el Consistorio se guarda en la manga algún as que utilizar cuando haya pasado el furor de la votación.

También se ha pronunciado sobre la iniciativa el alcalde de la localidad, Ignacio García de Vinuesa, quien ha recalcado que Alcobendas es "una ciudad orgullosa", formada por vecinos "participativos" que comparten la ilusión "de tratar siempre de ser los mejores".

En lo que coinciden todos es en que lo que comenzó como un juego se ha convertido en una forma divertida de demostrar su cariño por el lugar donde viven, un sentimiento tan potente por el que aseguran que se ven con fuerzas de mantener este frenético ritmo hasta el 17 de marzo.