La Base de Investigación del Panda Gigante de Chengdu (centro de China), principal centro de protección de este animal, ha sido acusada de maltratar a algunos de sus ejemplares, medio año después de recibir críticas similares, aunque sus responsables han negado tales acusaciones, se informó hoy.

Según el oficial China Daily, la publicación en redes sociales de varias fotografías en las que uno de los pandas de la reserva, Qi Yi, aparecía con unas extrañas costras blancas en su ojo, desató las críticas y acusaciones de que el centro no estaba dando atención médica a sus blanquinegros inquilinos.

Las críticas iban acompañadas de fotos de lujosas instalaciones en la reserva, argumentando que el dinero presupuestado para el cuidado médico de los pandas se había gastado ilícitamente en comodidades para los cuidadores y administradores del centro.

Ante estas críticas, la reserva ha tenido que publicar un comunicado en su microblog oficial en el que se explica que los problemas oculares de Qi Yi, que también han aparecido en otros dos pandas de la reserva, son probablemente una enfermedad transmitida por ácaros que está siendo estudiada por expertos.

La base está cooperando con la Universidad Agrícola de Sichuan, en la misma provincia, para confirmar el origen de esta enfermedad y hallar el tratamiento más efectivo, señalaron los responsables de la reserva.

También defendieron que las lujosas instalaciones, como baños o cafeterías, no se han construido para el disfrute de cuidadores sino para los visitantes de la reserva, que es uno de los lugares más turísticos del país.

El director del centro de protección de pandas, Zhang Zhihe, dijo sentirse "furioso" al ver que algunos internautas le acusan de no tratar bien a los animales, considerados todo un símbolo nacional en China.

No es la primera vez que la base de Chengdu está en el ojo del huracán por supuestos maltratos a los pandas, ya que en julio de 2017 se filtraron vídeos en los que un cuidador empujaba violentamente y tiraba al suelo a ejemplares de esta especie, desatando también fuertes críticas.

Los protagonistas del vídeo alegaron entonces que uno de los pandas se comportó violentamente contra ellos cuando intentaban alimentar a varios cachorros, por lo que tomaron esas medidas en defensa propia.

China, único hábitat natural de los pandas, tiene unos 2.100 ejemplares de este animal, de los que 1.800 viven en libertad y más de 300 en cautividad.

En septiembre de 2016, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza retiró a los pandas gigantes de la lista de especies en peligro de extinción para catalogarlos como una especie "vulnerable".