Asturias, Cantabria, Cataluña, Murcia y el País Vasco se han sumado al sistema de prescripción electrónica de recetas interoperables del Sistema Nacional de Salud (SNS), que permite a los pacientes retirar sus medicamentos en farmacias de una región distinta a la que reside, por lo que ya sólo faltan por incorporarse Madrid, Andalucía, Baleares, Ceuta y Melilla.

Así lo ha anunciado este miércoles el Ministerio de Sanidad tras validar la incorporación de estas cinco comunidades, que se suman a este servicio común con el que ya estaban trabajando Aragón, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Foral de Navarra, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia y La Rioja.

Tras la autorización del departamento de Dolors Montserrat, las cinco nuevas comunidades validadas iniciarán el servicio a los ciudadanos de forma inmediata, aunque alguna de ellas lo hará a lo largo del mes de enero. En total se incluyen 1.344 nuevos centros de salud y consultorios de Atención Primaria y 5.252 farmacias.

Además, con esta incorporación ya tienen certificado el servicio de interoperabilidad el 80 por ciento de los centros de Atención Primaria y el 68 por ciento de las oficinas de farmacia, dando servicio al 65 por ciento de la población.

El objetivo, según ha recalcado Sanidad, es que los pacientes puedan moverse por todo el territorio nacional y obtener sus medicamentos prescritos en cualquier farmacia del país, independientemente de en qué comunidad hayan sido recetadas y sin necesidad de preocuparse en sus viajes por las fechas de dispensación en las que tienen que retirar la medicación o sin tener que acudir a su médico para que les realice anticipos de la misma.

Las comunidades restantes, según el Ministerio, también están trabajando en adaptar sus sistemas y cuando lo consigan "la receta electrónica sería interoperable en todo el SNS".

Sanidad se ha planteado desde el principio del proyecto hacer compatibles los diferentes sistemas de receta electrónica respetando, al mismo tiempo, los modelos propios de cada comunidad autónoma.

No obstante, poner en marcha este servicio requiere de unos trabajos técnicos complejos que, además del Ministerio, han debido realizar las Consejerías de Sanidad y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos, con la colaboración del Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España.

En la actualidad, la receta electrónica está ampliamente implantada en el ámbito de cada comunidad autónoma, de manera que el 90 por ciento del total de las dispensaciones que se realizan en el SNS son electrónicas.

VENTAJAS DE DEJAR DE LADO EL PAPEL

Entre otras ventajas, el médico puede programar, en una única consulta, la prescripción de medicamentos para un tiempo prolongado, lo que resulta de especial importancia en tratamientos crónicos, pues evita la carga burocrática y la repetición de consultas, ahorrando molestias al paciente. También limita el almacenamiento de medicación en el domicilio y mejora el conocimiento de la adherencia del paciente al tratamiento.

Además, la prescripción electrónica favorece la seguridad del paciente mediante la incorporación de sistemas ''on-line'' de ayuda a la prescripción, que ayudan a la detección de interacciones medicamentosas, duplicidades terapéuticas, etcétera. De igual modo, la eliminación del papel en las recetas supone mayor comodidad para los usuarios y es un elemento de respeto al medio ambiente.

La gran movilidad geográfica de los ciudadanos hace que se necesite obtener los medicamentos recetados en un lugar distinto al de residencia habitual del paciente y el sistema común de receta electrónica del SNS se orienta a satisfacer esta necesidad.

De hecho, las oficinas de farmacia de las nueve comunidades autónomas que ya disponían anteriormente de este servicio, han realizado más de 136.000 actos de dispensación, suministrando más de 300.000 envases de medicamentos a pacientes procedentes de otras comunidades autónomas.

Este sistema es uno de los proyectos de interoperabilidad que, junto con la de la historia clínica, persigue contribuir a la mejora de la calidad y de la accesibilidad de los ciudadanos a los servicios sanitarios.