Las operaciones y retoques estéticos se han convertido en los últimos años en un reclamo como regalo para estas fiestas navideñas.

La bajada de precios debido a la competencia, la modificación de los tratamientos para que se adapten más naturalmente al paciente y el cambio en la percepción de la sociedad con respecto a ellos son algunos de los motivos que han provocado este "boom" de la medicina y la cirugía estética.

Normalmente se trata de autorregalos, como afirma Eugenia López González, médico estética de Clínica Cosmédica, ubicada en Santa Cruz de Tenerife, que explica que, "con el año nuevo, a muchos les entra el gusanillo y prueban a hacerse algún retoque porque consideran que se lo merecen".

Aunque esto es lo más común, también está creciendo la demanda entre hijos que saben que "el sueño" de alguno de sus padres siempre ha sido realizarse algún retoque, y prefieren optar por regalar esto "en lugar de un jersey".

"Está en auge regalar cosas que disfrute la otra persona", argumenta la doctora, que considera que es todo un "acierto" hacer este tipo de presentes.

No obstante, los cambios radicales ya no "se llevan", motivo por el cual tanto los clientes como los propios centros optan por recibir y ofertar, respectivamente, terapias más naturales.

"El abuso" de las operaciones estéticas a finales del siglo XX y principios del XXI es una de las razones por las que, durante un largo periodo, estos retoques estéticos se convirtieron en un tabú social. "La silicona se utilizó indiscriminadamente y no ha sido hasta años después que hemos visto los efectos negativos de su abuso", explica López.

La doctora recuerda esas operaciones estéticas donde se inyectaba silicona en partes de la cara muy concretas, como los pómulos o los labios. A medida que pasaba el tiempo, y junto al envejecimiento y caída de la piel, la silicona acababa cambiando de posición y se perdía totalmente el efecto para el que se llevó a cabo esa operación en un principio.

Por eso, ahora se ofertan "productos de vida media, que cambien a medida que también lo hace tu piel". También esta es la razón por la que la silicona ha quedado relegada a las prótesis mamarias y a las zonas donde se tenga algún defecto. "Lo que más de moda está ahora es envejecer de forma mona", insiste.

Las operaciones más socorridas son las que mejoran la mirada, ya sea para elevar unos ojos tristes o para reducir las consecuencias de la edad en las arrugas del surco nasogeniano, así como las inyecciones de botox o de ácido hialurónico.

Tras estos tratamientos, siguen estando en boga las mamoplastias, tanto de reducción como de aumento de pecho y, como novedad, en estos últimos años, ha aumentado en gran cantidad las mujeres que deciden realizarse una operación genital de los labios menores.

A pesar de lo que se pueda pensar, los cánones de belleza ya no son lo que impulsa, a todavía una mayoría de mujeres, a cambiar su aspecto. "Es más fuerte el anhelo de verse joven y de sentirse mejor con una misma", esgrime la doctora.

Esta tendencia se puede ver en los propios servicios que escogen los ciudadanos, que ahora prefieren hacerse un pequeño retoque en la piel para que se vea más turgente e hidratada antes que una liposucción o cualquier otra operación corporal. "Ya no se estima que los cuerpos deban ser tan perfectos", recalca.

Por eso, este año, si dudas en cuanto al regalo perfecto que hacerle a esa persona, recuerda qué es lo que siempre ha deseado, quizás encuentres entre ellos el regalo perfecto, y quién sabe.