Expertos en medicamentos propusieron ayer un compromiso de todo el sector para impulsar la producción y el uso de fármacos biosimilares por su valor terapéutico como agente innovador, su mejor acceso para el paciente y su contribución a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Esta propuesta se puso sobre la mesa en el debate "Biosimilares: Una oportunidad de innovación, sostenibilidad y acceso", realizado en la agencia Efe, en colaboración con Sandoz, en el que se analizaron la situación de los biosimilares diez años después de su lanzamiento, las estrategias de desarrollo y los retos de futuro.

Sobre todo ello debatieron César Hernández, de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS); la doctora Mónica Vázquez, jefa de Servicio de Reumatología del hospital Ramón y Cajal; Joaquín Rodrigo, presidente de la Asociación Española de Biosimilares (Biosim); y el doctor José Luis Baquero, vicepresidente y coordinador del Foro Español de Pacientes.

Los biosimilares son medicamentos biológicos que se fabrican cuando las patentes de los biológicos originales expiran. Los biológicos se producen a partir de organismos vivos, a diferencia de los medicamentos convencionales de síntesis química.

Los cuatro integrantes de esta mesa redonda coincidieron en que la calidad, seguridad y eficacia de los biosimilares es igual que la del biológico, pero supone una reducción en el coste al apoyarse su desarrollo en el medicamento que ya se encuentra en el mercado.

El doctor César Hernández, jefe del departamento de Medicamentos de Uso Humano de la AEMPS, defendió un compromiso de todo el sector para "abrir hueco" a los biosimilares y promover su impulso como terapia, y se ofreció para mediar en esta tarea desde el papel de la Agencia como órgano regulador.

"Si hay un compromiso por parte de todos los actores, los biosimilares pueden tener influencia en la gestión de los medicamentos", señaló. En su propuesta de incentivar y estimular la producción y el uso de los biosimilares, destacó: "Hay que ser activos para que los biosimilares estén presentes en los tratamientos y sustituyan con naturalidad el uso de los biológicos originales".

las claves

El precio, la clave. Los integrantes de la mesa coincidieron en que la calidad, la seguridad y la eficacia de estos fármacos es idéntica a la de los biológicos, pero supone una reducción del coste.

Unión para influir. Los médicos plantearon la necesidad de un compromiso entre todos los actores para poder influir.

En cuanto a la facturación del gasto sanitario en medicamentos en hospitales, Joaquín Rodrigo, presidente de la Asociación Española de Biosimilares, precisó que el 50% de ese coste es en biológicos, y de él, los biosimilares suponen una cuota inferior al 30%. "Hay mucho margen de desarrollo", añadió.

Los biosimilares se aplican sobre todo en reumatología, gastroenterología y dermatología, pero su uso en oftalmología, oncología y neurología está llamando a la puerta. La doctora Mónica Vázquez expuso su planteamiento: "En la práctica clínica han supuesto una reducción del coste-paciente. Lo vemos como una oportunidad de que más pacientes tengan acceso al tratamiento".

"Para nosotros -añadió- estos fármacos han tenido su desarrollo y hay estudios que demuestran su eficacia y seguridad en la comparativa con los originales; los reumatólogos estamos concienciados de que favorecen a los pacientes con un coste menor".

El doctor Baquero remarcó el compromiso de los pacientes y sus asociaciones: "El biosimilar tiene que entrar, si o si. Acabamos de firmar un consenso con sociedades médicas para su impulso y otro acuerdo con Biosim para dar formación a los pacientes".

"Los biosimilares aportan beneficio por la rapidez en el acceso, aumentan el arsenal terapéutico y contribuyen a la sostenibilidad del sistema sanitario", resumió.