Centenares de personas y de colectivos antirracistas se manifestaron ayer en Madrid para protestar contra el "racismo estructural en España". Bajo el lema "Por una sociedad sin racismo", los manifestantes pidieron la derogación de la Ley de Extranjería española, el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), el fin de las identificaciones policiales racistas, la despenalización de la manta y el fin de la militarización de fronteras, de las deportaciones y de las devoluciones en caliente.

El miembro de SOS Racismo Madrid Moha Gerehou aseguró que van a "luchar" para acabar con el racismo "desde lo más estructural hasta lo más simple".

Alzando pancartas con lemas como "España será antirracista o no será", "mi cultura no es tu disfraz", "la cooperación internacional es otra forma de racismo" y "comunidades racializadas unidas en la lucha", los manifestantes reivindicaron que se aborde el racismo desde un "punto de vista político y no como una causa social menor", ya que "no es algo anecdótico, sino un sistema de opresión que tiene que ver con cuestiones estructurales".

En este sentido, los participantes de la manifestación señalaron que el primer paso para solucionar este problema es "concienciarse de que España es un país racista", unido a la "educación", porque "cuando se educa a una persona de que otra persona es igual y no es inferior, se acaba el racismo".

La manifestación, que comenzó en Cibeles y culminó en la Puerta del Sol, contó con la participación del delegado de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, y los ediles de Ahora Madrid Guillermo Zapata, Rommy Arce y Pablo Carmona.

También estuvieron presentes representantes de la comunidad afrodescendiente, la comunidad africana española, la comunidad musulmana, la población gitana, la población latinoamericana y caribeña y la población asiática representadas en distintas asociaciones.

La manifestación fue convocada coincidiendo con el 25 aniversario de la muerte de la inmigrante dominicana Lucrecia Pérez.