El número de parcelas para enterramientos islámicos y judíos ha aumentado en los últimos años, pero multitud de fieles se ven obligados todavía a recorrer kilómetros y asumir altos costes para poder enterrar a sus familiares, ya que son varias las CCAA en las que no existen cementerios para estas confesiones.

En la celebración del Día de los Difuntos, el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), Riay Tatary, recordó que muchos de los cerca de 2 millones de musulmanes que viven en España deben desplazarse a otras ciudades para poder enterrar a sus muertos.

Según Tatary, en España hay tres cementerios islámicos en Ceuta, Melilla y Griñón (Madrid) -donde están enterrados muchos de los soldados marroquíes-, otro cementerio privado en Fuengirola (Málaga) y 28 parcelas en cementerios municipales.

En el caso de los judíos -unas 45.000 personas-, según la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), existen 2 cementerios privados en Madrid, un sector en el cementerio de la Almudena y también en Barcelona, Benidorm, Málaga, Melilla y Ceuta. Además, próximamente los cementerios de Valencia y Alicante tendrán también un recinto para ellos.