Las pruebas de detección del cáncer colorrectal deberían comenzar a los 45 años para contrarrestar el incremento en la tasa de mortalidad entre adultos jóvenes, según un estudio presentado en la 25ª edición de la UEG Week (United European Gastroenterology) que comenzó en la jornada de ayer en Barcelona.

La UEG Week es el encuentro de gastroenterología más importante de Europa, que congrega a más de 14.000 participantes de más de 120 países y se celebra hasta el 1 de noviembre en Barcelona, donde investigadores y científicos clínicos presentan sus investigaciones más recientes relacionadas con la patología digestiva y hepática.

En el estudio, liderado por David Karsenti, científicos de Francia han analizado 6.027 colonoscopias y han descubierto un incremento del 400% en la detección de neoplasia (formación anormal e incontrolada de un tejido nuevo) en pacientes de 45-49 años en comparación con pacientes de 40-44 años.

La tasa de detección de neoplasia también fue un 8% mayor en personas de 45-49 años que entre las de 50-54 años, lo que ha llevado a pedir que los programas de detección del cáncer colorrectal comiencen a los 45 años de edad.

Según explicó Karsenti, el número medio de pólipos (tumores en el revestimiento interno del colon que pueden volverse cancerosos) y la tasa de detección de adenomas (la proporción de individuos a los que en una colonoscopia se les detecta uno o varios adenomas) también aumentaron en un 95,8% y en un 95,4%, respectivamente, entre los grupos de edad de 40-44 y 45-49 años.

Según David Karsenti, que trabaja en la Unidad de endoscopias del aparato digestivo de la Clinique de Bercy, en Charenton-le-Pont (Francia), "Las conclusiones demuestran que es a los 45 años cuando se aprecia un incremento notable en la frecuencia de lesiones colorrectales".

"Incluso cuando se excluyen los pacientes con una historia familiar y personal de pólipos y cáncer, se sigue percibiendo un incremento en las tasas de detección a partir de los 45 años", remarcó.