Las calimas del Sahara atraviesan regularmente el Atlántico en un ciclo natural que aporta fertilizantes al océano e incluso al Amazonas, pero no es tan conocido que América también exporta polvo a Europa y a África y, menos aún, que los "culpables" podrían ser los granjeros de EEUU.

La Agencia Estatal de Meteorología, la Universidad de La Laguna (Tenerife) y el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC en Barcelona publican en el último número de la revista Atmospheric Chemistry and Physics un trabajo sobre los contaminantes atmosféricos que se detectan en el entorno del Teide cuando Canarias no está bajo el influjo del polvo sahariano, cuya entrada desde el este suele concentrarse entre julio y agosto.

Ya se ha demostrado anteriomente que los contaminantes de América cruzan el Atlántico

Los autores del artículo recuerdan que ya se ha demostrado que el monóxido de carbono (CO) y el ozono (O3) que generan los incendios forestales y la contaminación urbana de Estados Unidos y Canadá atraviesan el Atlántico empujados por los vientos del oeste, pero subrayan que, hasta el momento, se ha estudiado poco sobre si las partículas en suspensión hacen el mismo viaje por la atmósfera.

En su caso, analizaron las partículas de diámetro inferior a 10 y 2,5 micras que se han recogieron durante cinco años en los instrumentos del observatorio meteorológico del Teide, en Izaña, un enclave situado a casi 2.400 metros de altitud que durante buena parte del año recibe vientos del oeste. Los responsables de este trabajo determinaron incluso las regiones concretas de EEUU de donde proceden las partículas en suspensión que atraviesan la atmósfera hacia Europa, en función de los regímenes de vientos dominantes en Norteamérica durante cada estación.