Naciones Unidas (ONU) pidió el pasado viernes a los líderes internacionales apoyo financiero para responder con dignidad a la llegada masiva de sursudaneses a Uganda, país que ha sido elogiado como modelo de acogida e integración de los refugiados a nivel mundial.

"He visto el mayor éxodo en África desde el genocidio de Ruanda", lamentó el jefe de la ONU durante la cumbre de la Solidaridad con los Refugiados que se celebró en Kampala, tras visitar este jueves algunos campos de refugiados que acogen a miles de sursudaneses en el norte de Uganda.

Desde que estalló la violencia en Sudán del Sur en diciembre de 2013, más de 1,8 millones de sursudaneses han cruzado a los países vecinos y solo en el último año la población de refugiados en Uganda pasó de 500.000 a más de 1,25 millones de personas.

En este continente en movimiento, Uganda es un ejemplo en la acogida de personas que huyen de conflictos y situaciones extremas: "Mientras que otros ponen barreras para mantener a los refugiados fuera, Uganda está recibiendo números récord con compasión y empatía", elogió Guterres.

"No son refugiados, son hermanos", resaltaron muchos líderes africanos presentes en la cumbre.

Desde julio de 2016, Uganda recibe cada día a 2.000 nuevos refugiados, convirtiéndose en el primer país acogedor en África, el de mayor número de nuevos refugiados del mundo y el tercero que más acoge a nivel global, solo por detrás de Turquía y Pakistán.