España ha sufrido un cambio radical y, "aunque en derechos todo va muy lento y llega tarde", el colectivo LGTBI ha dado ejemplo de cómo se puede revertir una situación de discriminación, ilegalidad y penalización "dando la cara y arrancando reformas políticas con la lucha cotidiana".

Así resume lo sucedido en España desde las primeras elecciones democráticas del 15 de junio de 1977 Jesús Generelo, el presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), mientras la primera diputada transexual en la Asamblea de Madrid, Carla Antonelli, se refiere a este periodo como un "viaje de la noche al día". La transición comenzó con la homosexualidad declarada ilegal y penalizada en "acciones y en esencia". Con la Ley de peligrosidad social y rehabilitación, "ser o parecer homosexual o transexual era motivo suficiente para ser encarcelado", recuerda Generelo.

Se comenzó a legislar sobre los derechos del colectivo "muy tímidamente" en los 90, fecha en la que nace la FLGT (1992), lo que para su actual presidente fue muy importante porque supuso el inicio de la lucha unitaria.

El movimiento se refuerza y demanda una Ley de matrimonio igualitario alegando que la Constitución no permite ningún tipo de discriminación". El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero lo incluye en su programa y "sorprendentemente lo cumple y muy rápido (2005)", lo que dio una "gran visibilidad y logró que la sociedad empezara a ver la LGTB con respetabilidad", recuerda Generelo.

Antonelli también destaca la Ley de identidad de género de 2007, que en la actualidad está pendiente de reforma "para incluir a los menores y eliminar la patologización". A pesar de estos cambios, ambos lamentan que "aún queda mucho por hacer". La diputada socialista reclama una Ley estatal integral de transexualidad y otra contra la LGTBIFobia.