Los científicos urgen a acelerar el debate ético sobre la aplicación de las técnicas de edición genética porque su rápido avance y las posibilidades que se abren hacen necesario plantearse hasta dónde los humanos quieren llegar en los laboratorios genéticos.

La Fundación Víctor Grífols organizó esta semana en Barcelona una jornada para debatir sobre la ética en la aplicación de la nueva técnica de edición genética CRISPR, una tijera molecular que permite cortar ADN de las células con gran precisión y rapidez para corregir genes defectuosos.

Los expertos participantes coincidieron en que hay que acelerar el debate sobre los límites de estas técnicas, que son relativamente fáciles de aplicar, rápidas y económicas. Las últimas investigaciones han demostrado las grandes posibilidades de la edición genética en animales, en el medio ambiente y en la salud humana para curar enfermedades, pero también para mejorar o escoger determinadas características humanas.