"50 es la cifra mágica que resumiría cuantitativamente nuestros objetivos a corto y medio plazo", señala a Efe la nueva directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, quien vaticina que habrá 50 donantes por millón de habitantes en cuatro o cinco años.

Domínguez-Gil, que sustituye al doctor Rafael Matesanz en el cargo, se estrena en el puesto con objetivos claros: aumentar el número de donantes (actualmente es de 43,4 por millón), que la ONT siga siendo líder en donación y trasplantes durante 25 años más -serían ya 50 encabezando el ranquin mundial- y superar los 5.000 trasplantes anuales.

En la primera entrevista que concede tras ser nombrada responsable de la ONT, ahora con categoría de Dirección General, Domínguez-Gil manifiesta su intención de seguir las indicaciones de su antecesor antes de dejar el cargo: "La necesidad de innovar. Él dice que continuamente hay que mover el agua".

Reconoce que haber llegado a 43,4 donantes por millón de población (este año se pueden alcanzar los 44-45) "son unos datos de excelencia difíciles de mantener porque tenemos un contexto epidemiológico complicado". No obstante, cree que "la cifra mágica tiene que ser la de 50 dentro de cuatro o cinco años".

Después de 25 años de liderazgo mundial, otro de los retos en la nueva etapa es conseguir que la donación y el trasplante de tejidos, células, progenitores hematopoyéticos (médula ósea) y terapia celular "tenga tanto brillo y esplendor" como han tenido los órganos sólidos. "La ONT quiere apostar por esta línea de trabajo y nuestra nueva situación nos lo va a permitir con más facilidad", señala.

Entre tanto, la organización desarrolla vías alternativas de donación que pretende consolidar, como es la detección de potenciales donantes fuera de UCI mediante la cooperación con los servicios de urgencia para "que a toda persona en el momento del fallecimiento se le de la opción de culminar su vida con altruismo y solidaridad" donando sus órganos.

Otra de las vías en las que se trabaja desde hace años es en la donación en asistolia (de personas que fallecen de muerte no encefálica tras una parada cardiorespiratoria). Es un tipo de donación técnicamente más compleja porque en el momento en que los órganos dejan de estar perfundidos con sangre oxigenada empiezan a perder su viabilidad para ser trasplantados.

El impacto de la donación en asistolia "ha sido espectacular" y está "aumentando exponencialmente" en hospitales trasplantadores con muchos recursos pero también en otros pequeños gracias a la colaboración entre ellos. De hecho, este procedimiento representó el pasado año el 25% del total de las donaciones y a fecha de 15 de marzo alcanza ya el 32 %. "Es el que nos ha permitido -sostiene- superar definitivamente ese reto de los 40 donantes por millón que nos marcamos en 2008".

Otro objetivo es lograr que la donación de vivo no resulte gravosa ni perjudique laboralmente al donante y el Ministerio está ya "trabajando en este sentido".

En su opinión, es muy importante que esta donación se contemple como "un motivo de baja laboral protegida, similar a la de maternidad".

Además, la ONT está explorando otro tipo de medidas como seguros de vida que garanticen que "el donante vivo esté protegido a todos los efectos".