La socióloga Saskia Sassen, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2013, considera que el sistema global va camino del "desastre" por el empobrecimiento de los gobiernos, de las clases medias y de los trabajadores, mientras ciertos sectores ganan unas plusvalías extraordinarias.

En una entrevista con Efe, esta profesora de Sociología de la Universidad de Columbia sostiene que las políticas de austeridad han contribuido a contraer las economías de países como España o Grecia.

"El caso de España no es tan agudo como el de Grecia -asegura-, donde los padres dejaban a sus hijos en la Iglesia porque no les podían dar de comer, no solo por las políticas de austeridad, sino por la corrupción de las clases oligarcas, que hicieron mucho dinero con las Olimpiadas y dejaron al país endeudado".

Saskia Sassen rechaza el discurso de la Unión Europea, que reclama "disciplina" a los griegos sin poner "sobre la mesa" cuestiones estructurales como la corrupción de los oligarcas que no pagaban impuestos.

Entre otros fenómenos de la economía global, alerta de la "masiva" pérdida de hábitat que tiene lugar en numerosos países y que va expulsando cada año a millones de personas de sus hogares y sus tierras, pero que no son refugiados que huyen de la guerra.

La pensadora también pone de relieve la situación "extrema" de los refugiados que huyen de países en conflicto, en uno de los mayores movimientos después de la II Guerra Mundial.

Pero quiere hacer hincapié en la expulsión de la gente de sus países como consecuencia, por ejemplo, de la expansión de la minería para la obtención de los nuevos elementos que necesita la revolución electrónica.

Sassen explica que el avance de diversas actividades económicas conlleva la expulsión del mundo rural de pequeños agricultores que saben cómo asegurarse de que la tierra tenga una vida larga y la expansión de plantaciones que harán que la tierra se muera mucho más rápido, lo que genera una pérdida de hábitats.

La premio Príncipe de Asturias precisa que unas cien empresas de unos quince países son "muy activos compradores de tierra" en otros Estados como una especie de extensión de su propio territorio, por ejemplo para producir alimentos para sus clases medias.

La socióloga también alerta de la expansión en todo el mundo de ciudades globales como espacios estratégicos para funciones económicas avanzadas.

Sassen subraya que un sirio, un afgano o un eritreo que huyen de la guerra pueden pedir asilo, pero, como consecuencia de la pérdida "masiva" de hábitat, hay millones de personas, que son "invisibles", que "no existen para la ley. Por ello, apuesta por generar regímenes para los afectados por la minería, las plantaciones, la contaminación del agua o el cambio climático, igual que los refugiados tienen el suyo.