Dos de cada diez farmacéuticos creen que la píldora del día después se debe dispensar con receta médica y casi uno de cada cuatro piensa que se trata de un método abortivo, según una encuesta de la Fundación Española de Anticoncepción (FEC). El estudio, realizado por la empresa Sigmados, se presentó ayer con motivo de la celebración del Día Mundial de la Anticoncepción, en una rueda de prensa en la que los ginecólogos hicieron público un Manifiesto en el que reclaman una mayor educación sexual en las colegios y universidades por parte de profesionales especialmente formados.

"La única forma de hacer prevención primaria ante embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y violencia de género es la formación, que debe empezar en las familias y continuar en los centros educativos", subrayó el presidente de la Sociedad Española de Anticoncepción (SEC), José Ramón Serrano.

Los ginecólogos insisten en la formación para prevenir embarazos no deseados

Los ginecólogos lamentan que no se haya desarrollado la ley del aborto de 2010 en lo que respecta a la educación sexual, a pesar de ser una ley orgánica, y de que en España la tasa de embarazos no intencionados ronda el 40 por ciento. Y como los farmacéuticos forman parte de la "cadena" que pretende mejorar la salud sexual y reproductiva de la población, la FEC quiso obtener una "foto fija" sobre la actitud de estos profesionales respecto de la anticoncepción hormonal, explicó el presidente de esa sociedad científica, José Vicente González Navarro. La encuesta, realizada a 807 farmacéuticos y personal auxiliar de farmacias de toda España, revela que un 19,5 % cree que los dos anticonceptivos de urgencia disponibles en el país necesitan prescripción médica, cuando son de libre dispensación en las farmacias.