La Asociación de Víctimas del Terrorismo Machista (AVTM), surgida en Granada hace algunos años, tendrá delegación en Tenerife y está impulsada por Luz Marina Rodríguez, que desde hace dos años y medio lucha por hacer visibles las barreras burocráticas, administrativas y económicas a las que deben hacer frente los familiares de las mujeres asesinadas por sus exparejas e, incluso, aquellas afectadas que salvan la vida tras un intento de homicidio o asesinato.

Luz Marina, que es trabajadora social y ejerce en un centro público, se encontró con todo ese conjunto de "cargas" tras el asesinato de su hermana, Guacimara Rodríguez, en el barrio santacrucero de Los Gladiolos el 20 de febrero de 2013.

Tras llevar una labor en solitario durante todo este tiempo, Rodríguez indica que el nuevo colectivo acogerá como socios a los familiares directos de mujeres asesinadas e, incluso, a aquellas afectadas que estuvieron a punto de morir y que acrediten que sufrieron un homicidio o asesinato en grado de tentativa.

Ante las opciones de crear un nuevo colectivo o sumarse a otro que ya existiera, Rodríguez apostó por la segunda alternativa, ya que la Asociación de Víctimas del Terrorismo Machista trabaja por unos objetivos muy similares a sus demandas, cuenta con una trayectoria de trabajo y tiene posibilidades de una mejor comunicación con diversas instituciones del Gobierno central y otras administraciones.

El diccionario de la Real Academia Española define terrorismo como: la dominación por el terror; la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror y, en una nueva acepción, la actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.

Rodríguez reconoce que, a muchas personas, la definición de "terrorismo machista" les resulta muy impactante, pero cree que la realidad en la cifra de muertes encaja con ese término.

Y el objetivo de esta plataforma es que las diferentes administraciones ofrezcan ayuda a los familiares directos de las víctimas. Luz Marina recalca que "no quiero dinero en subvenciones", sino que se establezcan las normativas o protocolos oportunos para que quienes han perdido a una hija, una hermana o una madre en esas circunstancias no deban pasar un segundo calvario judicial, administrativo o económico.

Como ejemplo, señala que los organismos públicos podrían asumir el coste de los abogados, los procuradores o los notarios encargados de la resolución de los trámites vinculados con la "herencia" de los bienes de la víctima.

Luz Marina recuerda que "la gente no ve que, después del asesinato y la celebración del juicio por uno de estos actos violentos", las familias deben afrontar, por ejemplo, el pago de la hipoteca de la casa de la fallecida durante varios meses, si quieren conservar ese bien y que lo hereden sus hijos. Y, entre otras cosas,

explica que los hijos menores de una víctima se quedan sin madre y su padre previsiblemente pasará muchos años en prisión, por lo que necesitan tener, lo antes posible, un tutor que los represente hasta que alcancen los 18 años.

Luz Marina comenta que la administración realiza el trámite para otorgar la guarda y custodia de los hijos de asesinadas "por la vía normal y ordinaria", lo que puede conllevar casi un año de gestiones. Sin embargo, para autorizar cualquier operación o intervención médica con uno de los pequeños, por ejemplo, se requiere el permiso de un tutor legal. La impulsora de Todos somos Guaci recuerda que, a pesar de las condenas públicas contra la violencia machista, las administraciones, bancos e, incluso, los organismos judiciales "se olvidan de que nos han destrozado psicológicamente" con la muerte violenta de un familiar y nos exigen lo mismo que a las personas que no han pasado por ese hecho traumático.

Aclara que "una parte de mi lucha es que mis dos sobrinos tengan un futuro". Y para que conserven la vivienda que un día compró su madre, Luz Marina advierte de que "hay que seguir pagando la contribución, el agua, la luz o la basura de esa casa". Y los niños no obtienen ingresos, por lo que todos esos gastos proceden de familiares que ya tienen sus propios hijos, gastos o hipotecas, con lo que el esfuerzo es doble.

En definitiva, apuesta por aplicar cambios en ordenanzas y protocolos que eviten el actual "calvario". Luz Marina ya ha ofrecido charlas sobre la invisibilidad de los problemas de dichas familias ante el Parlamento de Canarias o en la sede de la UNED en Madrid, así como en el centro del voluntariado de la Cruz del Señor. Y está dispuesta a seguir en esa "batalla" y divulgar la realidad de los afectados donde haga falta. Reconoce que ese "doble sufrimiento" por el que pasan las familias "se les escapa a los políticos, a los funcionarios o a los profesionales". Y nadie es consciente de la situación hasta que la vive en primera persona y de forma inesperada, apunta.

Las bajas laborales y sus consecuencias

Otra de las "situaciones reales" a las que se enfrentan familiares directos son las bajas laborales, según Rodríguez. En su caso, tuvo la suerte de que la baja se le diagnosticó con una tipología por la que pudo cobrar en esos meses el 100 por ciento de su salario y regresó a su puesto de trabajo. Pero advierte de que, en otros casos, a las personas afectadas se les da de baja "por depresión", lo que supone que se les descuente dinero de la prestación y, pasado un determinado tiempo, una parte significativa de esas otras víctimas se quedan sin trabajo. Es decir, que el daño psicológico se complica.

Apoyo externo para cualquier trámite

Para resolver cualquier trámite en los meses siguientes a la tragedia, Luz Marina aconseja que los familiares más directos siempre vayan acompañados por alguien externo de confianza que los asesore bien, ya que, por propia experiencia, señala que "no te enteras de nada"; y a lo mejor estás firmando un papel o diciendo "sí" con la cabeza sin entender bien lo que estás haciendo.

Información clara y precisa

Luz Marina Rodríguez opina que en la administración de Justicia también se debería ofrecer más información clara y precisa sobre las ventajas o inconvenientes de cada situación, sobre todo porque algunos usuarios desconocen totalmente el funcionamiento de estos órganos y sus acciones. Dice que a su familia se le ofreció un acuerdo con el entonces acusado, pero ella no recuerda que se les explicara que eso suponía una reducción de pena significativa para el procesado.

Más allá de los diversos actos de repulsa

Tras el último crimen machista ocurrido hace poco más de una semana en La Palma y los minutos de silencio posteriores, Luz Marina Rodríguez recuerda a las autoridades y políticos que "el largo y duro camino de la familia empieza, precisamente, después de que acaben esos actos de apoyo y solidaridad".