El número de escombros espaciales que rodean actualmente la Tierra parece haberse estabilizado en el primer trimestre de 2015, manteniéndose en valores que rondan los 16.900 objetos. Concretamente, de los 16.906 con los que se inició el año (tras una gran bajada desde los 16.994 de octubre de 2014), marzo ha cerrado con 16.926 objetos.

Estos son los datos facilitados por la Oficina del Programa de la NASA de Restos Orbitales que hace recuento de la basura espacial que orbita la Tierra. Por ''basura espacial'' se entiende la cantidad de satélites activos o inactivos que han sido lanzados o bien bajados de sus órbitas para ser hundidos en el mar, así como cohetes espaciales antiguos y en funcionamiento, y demás objetos procedentes de la fragmentación de residuos, generados por ejemplo en explosiones.

De manera desglosada, de estos 16.926 cuerpos espaciales que rondan el planeta, la Comunidad de Estados Independientes --antigua Unión Soviética-- se mantiene como la que mayor cantidad de basura desecha al espacio, con un total de 6.312 objetos (que ha bajado en más de 40 objetos desde principios de año); seguida de Estados Unidos con 5.142 y de China con 3.716.

Mientras, la Agencia Espacial Europea (ESA) sigue siendo la entidad que menos objetos emite al espacio, con 96 cuerpos, de los cuales 51 proceden de explosiones y 45 son cohetes, cuerpos y demás escombros.

Además, hay países que independientemente de la agencia espacial a la que pertenezcan, también envían y ''tiran a la órbita terrestre'' aparatos espaciales. Así, sería el caso de los 504 franceses, los 210 que tiene Japón, los 167 indios, o los 779 de ''otras'' naciones, según se desprende de este informe de la NASA.

El programa de la NASA encargado de controlar la basura espacial es el ''U.S Space Surveillance Network'' (SSN). La iniciativa la desarrolla el Gobierno de Estados Unidos y tiene como principal objetivo detectar, controlar, catalogar e identificar estos objetos hechos por el hombre y que orbitan alrededor de la Tierra.

Asimismo, se encarga de predecir cuándo y dónde caerá un objeto de nuevo en la Tierra, cuál es su posición en el espacio, detectar nuevos cuerpos residuales en el espacio y a qué país pertenecen, además de informar a la NASA si estos objetos interfieren con la estación Shuttle.

Las agencias espaciales de todo el mundo están cooperando en investigar los residuos espaciales, y la iniciativa Clean de la ESA, lanzada en 2012, tiene como objetivo desarrollar la tecnología para recuperar y retirar de forma segura la basura espacial.