La organización religiosa SIM USA, para la que trabajaba la misionera estadounidense Nancy Writebol y que contrajo el ébola en África, anunció hoy que un grupo de misioneros expuestos a la enfermedad en Liberia regresarán a EE.UU. y serán puestos en cuarentena.

La organización con sede en Charlotte (Carolina del Norte) señaló a través de un comunicado que el traslado de personal y voluntarios, y su posterior estancia bajo observación, se realizará en coordinación con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de este estado.

La misión religiosa señaló que el periodo de cuarentena es una medida de prevención solicitada por las autoridades sanitarias, y que se aplicará para todos los trabajadores que hayan estado en contacto con enfermos de ébola o expuestos al virus durante su labor en Liberia, en un plazo de 21 días desde su última exposición.

Por consideración a los misioneros, SIM USA y las autoridades sanitarias no darán a conocer detalles de su traslado, fecha y lugar especialmente, y resaltaron que ninguno de los que retornarán a Carolina del Norte "está enfermo o presenta síntomas de estar infectados de ébola".

El presidente de la organización, Bruce Johnson, coincidió con la importancia de tomar medidas de precaución y señaló que cooperarán con las autoridades sanitarias para las labores de traslado de las personas desde África Occidental.

"Nos adheriremos estrictamente a sus directrices en el retorno de nuestros misioneros a Estados Unidos", señaló.

Los dos estadounidenses enfermos de ébola, la misionera Nancy Writebol y el también misionero y doctor Kent Brantly, continúan su tratamiento en unidades aisladas del Hospital Universitario de Emory, en Atlanta, adonde fueron trasladados desde África.

En una nota enviada esta semana desde su sala de aislamiento, Brantley señaló que se siente "más fuerte cada día".

"Agradezco a Dios por su misericordia mientras he luchado contra esta terrible enfermedad", señaló el misionero por medio de un comunicado dado a conocer por la organización Samaritan''s Purse, para la cual trabajaba en Liberia cuando fue contagiado.

Brantly, el primer paciente de ébola en Estados Unidos, fue trasladado al país la semana pasada en un avión ambulancia y en medio de medidas especiales, para ser ingresado al centro hospitalario de Atlanta.

El pasado martes lo hizo la estadounidense Nancy Writebol, quien contrajo el virus en Liberia, en el mismo centro médico para el que trabajaba Brantly, y quien también permanece internada en aislamiento.

El hijo de la misionera, Jeremy Writebol, señaló un día después que su madre se encontraba "cansada por el viaje", pero que "continua peleando contra el virus y fortaleciendo su fe".

El brote de ébola que afecta Liberia, Guinea, Sierra Leona y Nigeria es el peor desde el registrado en Zaire en 1976 y ha causado hasta ahora 961 muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este organismo calificó el viernes pasado el brote de ébola en estos países como una "emergencia pública sanitaria de preocupación internacional" y solicitó a todos los países con recursos y capacidad que ayuden a contenerlo.