El chef Ferran Adrià ha explicado hoy que durante los diez primeros año de "elBulli" no cobró "ni un duro" y ha negado que engañara a su exsocio Miquel Horta, como afirman sus hijos, que le reclaman más de diez millones de euros por la compra de la parte del restaurante que perteneció a su padre.

Así lo ha señalado Adriá en la primera sesión del juicio que se ha iniciado hoy en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Barcelona, donde ha defendido que compró sus acciones a Horta por 1,2 millones de euros para ayudarle, porque éste se lo pidió dado que necesitaba efectivo.

Y ha explicado que el empresario, que hasta 2005 poseyó el 20 % de "elBulli", entró en el negocio a partir de un préstamo que concedió al restaurante y por el que cobró un interés del 11 %.

Los hijos de Horta consideran sin embargo que Adrià engañó a su padre, actualmente declarado incapacitado por trastorno psíquico, al comprarle su participación en "elBulli" a un precio ocho veces inferior al que correspondería, aprovechándose de su inestabilidad mental.

Por ello, reclaman más de diez millones de euros en la demanda presentada contra Adrià y su otro exsocio en "elBulli" Juli Soler -que ha sido eximido de declarar al encontrarse incapacitado por una enfermedad-.

En su declaración en el juicio, el chef, que niega que engañara al empresario, ha explicado cómo Horta entró en el negocio: "Él puso 47 millones de pesetas en 1994 como préstamo y cobró 200 millones en 2005, es una rentabilidad del 35%".

"Esto no es ser mecenas, a esto se le llama negocio", ha recalcado Adrià.

El chef ha insistido en que, durante los primeros diez años de "elBulli" no cobró "ni un duro", ya que todo lo que ganaba en sus inversiones y negocios particulares lo destinaba a pagar las deudas del restaurante, aunque a partir de 2004 se fijó un sueldo de 240.000 euros, en su opinión nada desorbitado teniendo en cuenta que había sido encumbrado como "mejor cocinero del mundo y trabajaba 365 días al año".

Según Adrià, cuando en 2005 compró su parte de "elBulli" a Miquel Horta ya le comentó que tenía la idea de convertir el restaurante en una fundación para la investigación culinaria, y que Juli Soler y él tenían previsto donar su restaurante a la misma.

"¿Usted cree que yo iba a especular con algo si iba a donar después ''elBulli''?", ha espetado el cocinero, tras definirse como una persona "acostumbrada a vivir con lo mínimo", que cree que "es justo repartir los beneficios con la sociedad", motivo por el que decidió crear la fundación.

Adrià ha detallado que hasta 2004 todos los beneficios que obtuvo por sus actividades particulares las reinvertió en el restaurante y ha defendido la licitud de los 300.000 euros que cobró a partir de esa fecha en concepto de derechos de imagen y beneficios por la venta de libros y otros productos, dado que Juli y él habían generado por esos conceptos "3,6 millones de euros".

"¿Se imaginan a Messi que todo lo que cobra de Nike y otros sitios se fuera al Barça?", ha añadido Ferran Adrià, tras proclamar que durante veinte años estuvo "creyendo en algo con Juli Soler", su proyecto de "elBulli", sin obtener ingresos a cambio.

Los hijos del empresario acusan a Adrià de haber engañado a su padre al comprarle su participación por mucho menos de lo que correspondía, aprovechándose, según ellos, de su inestabilidad mental.

En el juicio ha declarado también la esposa de Miquel Horta, quien ha afirmado que Soler y Adrià "obligaron a firmar" a su marido para que les vendiera su parte del restaurante, bajo coacciones y "amenazándole con que, si no, se quedaría sin nada".

Según la versión de la esposa de Horta, en 2005 su marido "estaba muy mal" debido al trastorno bipolar que padece, pero salir de ''elBulli'' fue lo que le destrozó la vida.

"Lo echaron sin contemplaciones", ha añadido.

La testigo se ha quejado de que los cocineros de "elBulli" siempre decían a su marido que no repartirían dividendos por las ganancias del restaurante.

"Pero ganaban mucho dinero y nosotros no lo sabíamos", ha mantenido entre lágrimas.

La esposa y también el contable del empresario han destacado su carácter confiado y desprendido, una idea en la que también ha insistido la que fuera su secretaria personal, que ha explicado que, a raíz de la venta de sus acciones en "elBulli", Horta se sintió "muy afectado" al considerarse "traicionado y decepcionado".

El juicio continuará mañana con la declaración de los peritos, que deben informar sobre la valoración económica de "elBulli" en el momento de la compra-venta de las acciones de Miquel Horta.