La organización internacional de conservación marina Oceana ha pedido hoy una mayor protección para los tiburones y el pez espada porque considera que, si no se emprenden acciones inmediatas, la demanda internacional y la pesca ilegal "amenazarán la mera existencia" de estos depredadores marinos.

Así lo ha afirmado en un comunicado con ocasión de la 22ª reunión ordinaria de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, por sus siglas en inglés), que comienza hoy en Estambul.

Oceana, que ha acudido a Turquía para impulsar la protección de ambas especies, solicita al ICCAT -integrado por 48 países pesqueros del Atlántico- que prohíba la retención a bordo de especies en peligro o particularmente vulnerables, incluyendo el cailón y el jaquetón.

Asimismo defienden que se establezcan límites de capturas según criterios científicos y de precaución para la tintorera y el marrajo y requerir la declaración de datos de capturas para el desembarco de una especie concreta.

También considera que es necesario pedir que los tiburones sean desembarcados con las aletas total o parcialmente adheridas de forma natural para mejorar así las actuales medidas de ICCAT contra el cercenamiento de aletas (finning).

Según Elizabeth Griffin Wilson, directora de la campaña de fauna marina de Oceana, muchas especies de tiburones del Atlántico son muy vulnerables "porque sus tasas reproductivas son excepcionalmente bajas, y a pesar de ello carecen de protección internacional".

Oceana instará también a las partes contratantes de ICCAT a actuar inmediatamente contra la sobrepesca del pez espada en el Mediterráneo.

Según la ONG, el pez espada sigue careciendo por completo de gestión a pesar de llevar largo tiempo sobreexplotado en este mar y pese a los altos niveles de inexactitud en los datos declarados y de la pesca ilegal con redes de deriva.

La fuente señala que entre el 50% y el 70% de las capturas son juveniles que no se han reproducido nunca.

Por ello, Oceana considera que solo se podría preservar esta especie mediante un plan de gestión integral con criterios científicos que incluya límites de capturas, restricciones de acceso a la flota de palangre de superficie, tallas mínimas de desembarco y medidas adicionales para garantizar su cumplimiento.

Para María José Cornax, Responsable de Pesca de Oceana Europa, la "ilegalidad y la falta de gestión endémicas en el Mediterráneo está transformándolo en un mar vacío".